Coco Bernal, campeón del mundo de pádel en silla de ruedas: «Hace más el que quiere que el que puede»

Apesar de haber quedado postrado en una silla de ruedas, Coco Bernal ve con entusiasmo a sus 41 años su futuro como jugador de pádel profesional, dejando atrás su accidente mientras circulaba en bicicleta.

Bernal, desde el momento en que su vida dio un cambio radical, asimiló rápido y con firmeza las opciones que se le planteaban ante el nuevo escenario vital. Tuvo muy claro desde el minuto uno que su futuro iría ligado a una herramienta que le facilitara los desplazamientos. Con esta cuestión mirándole cara a cara, decidió emprender su nuevo camino con valentía.

Solo unos meses después del accidente tuvo su primer contacto con el pádel en silla de ruedas y desde ese momento no ha hecho más que cosechar éxitos en su carrera deportiva. Ha sido campeón de Andalucía seis veces, campeón de Europa junto a su compañero y, por selecciones, también fue campeón del mundo en 2023. Conversamos con Coco Bernal para que nos cuente más sobre su historia.

– ¿Ya practicabas pádel antes de tener tu accidente?

– Yo jugaba antes, no al nivel que juego ahora, pero ya jugaba antes. Después del accidente comencé a practicarlo de vez en cuando, cada dos semanas o así jugaba un partido. Poco a poco iba haciendo cositas. Y a los seis meses ya probé en Puerto Real mi primer curso. Fui varios días y luego hice un torneo. A partir de ahí empecé y me envicié.

Luego empecé con el pádel a competir en serio. Mientras, iba entrenando e iba jugando partiditos, pero lo que es competir empecé en 2014.

– ¿Cómo conseguiste ponerte manos a la obra para continuar con tu vida diaria y la práctica del deporte?

– La verdad es que no tenía un plan hecho, no tenía un plan estructurado. Solo pensé en hacer mi vida lo antes posible. En mi casa quería ser todo lo más autónomo posible, que al principio tenía barreras arquitectónicas por las que tuvimos que hacer obras para poder salir yo solo de mi casa. Luego surgió el tema de comprarme un coche para poder ser independiente y para ir de un lado a otro.

Con el tiempo tuve que vender mi piso porque era un primero que no tenía ascensor ni garaje. Y ya, y el siguiente paso fue comprarme mi vivienda y vivir solo. Hace ya ocho años vivo solo. Es decir, no tenía estructurado un plan en mi cabeza de lo que tenía que hacer, sino solo pensaba en intentar hacer mi vida lo antes posible.

– ¿Cómo es un día en la vida del ganador de seis campeonatos de Andalucía de pádel en silla de ruedas?

– Tengo mis entrenamientos por la mañana en el club de pádel El Moral. Luego por la tarde, o antes de comer, me llego a la clínica a hacer el físico en Clínica Áreas en el centro de Sanlúcar. Y por las noches, más o menos unas tres veces a la semana, tengo partidos también. Por otro lado, los fines de semana es cuando me voy de torneo, que ya a finales de este mes es cuando empiezo.

– ¿Qué diferencias existen entre el pádel tradicional y el pádel en silla de ruedas?

– La diferencia es que tenemos dos botes para golpear la bola y que no podemos sacar por encima del hombro, a diferencia del pádel tradicional que es por encima de la cintura.

El primer torneo que jugué con mi compañero actual en 2016 fue muy especialCoco BernalJugador profesional de pádel en silla de ruedas

– ¿Tienes algún título en tu trayectoria deportiva al que le tengas especial cariño?

– La verdad es que es muy difícil elegir uno. La temporada de Andalucía fue muy guay haberla ganado. Creo que fue en 2014, cuando yo estaba empezando. El primer torneo que jugué con mi compañero actual en 2016 fue muy especial porque ganamos contra dos que son unos bichos. Son dos que tienen muy poca lesión porque antes no había una clasificación funcional. Ellos tienen muchas más capacidades porque tienen menos lesión que nosotros. Incluso así, les ganamos y fue una victoria muy de David contra Goliat.

Además, recuerdo con cariño el primer campeonato de España. Aunque quedé subcampeón, fue muy disputado. Igualmente me quedo con el campeonato del Mundo del año pasado, que fue casi algo histórico. Y también tengo en la memoria un torneo que fue la primera vez que yo llegué a una final, que fue con un hombre del País Vasco llamado Porfirio. Aunque no ganara, fue muy emotivo haber llegado a mi primera final con esa persona, una persona muy especial.

– ¿Consideras que cualquier persona con movilidad reducida de características similares a las tuyas podría practicar este deporte?

– Totalmente. Además, los he visto con peores lesiones que yo. Por ejemplo, gente tetrapléjica que tiene las manos afectadas, y llegan incluso a tener que amarrarse la pala porque no pueden sostenerla y te quedas flipado. Hace más el que quiere que el que puede. He visto gente que tiene lesión leve y ves que no tienen ganas, pero por su lesión podrían hacer mucho más que yo.

– ¿Hay algún mensaje que quieras transmitir a cualquier persona que no sepa cómo continuar su vida tras un hecho similar al que viviste?

– Pues una frase que le copio a mi compañero de pádel, que es: «Si yo puedo, no hay excusas». Podría decirte que todo el mundo puede o que es fácil, pero es que esa frase lo resume muy bien.