La Catedral de La Encarnación: tesoros y curiosidades del templo principal de Málaga

La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación, como se conoce a la Catedral de Málaga, es considerada una de las construcciones renacentistas más valiosas de Andalucía y de todo el país.

La obra se comenzó a construir pocos días después de que los Reyes Católicos tomaran la ciudad en el año 1487. Estos ordenaron levantar un templo cristiano en los límites de la ya desaparecida muralla árabe, concretamente sobre donde se ubicaba antes una mezquita aljama.

Exterior

Su exterior está mayoritariamente construido bajo el estilo barroco, la composición de la portada principal está cargada de ornamentos barrocos. Por otro lado, su torre tiene 87 metros de altura, dándole así el puesto de una de las catedrales más altas de toda España. Una curiosidad de la catedral es que estaba planeada para que tuviera dos torres, una sur y una norte. Sin embargo, la construcción de la segunda nunca se llevó a cabo, se dice que porque el dinero que estaba destinado a esta, se le fue entregado a Estados Unidos durante su Guerra de Independencia. Otra teoría dice que el dinero se destinó a la construcción de caminos comerciales que conectarían Málaga con otras ciudades.

El interior: las capillas y el tesoro catedralicio

En cuanto al interior de la Catedral, tiene distintas cosas que la hacen única frente a otras catedrales. Sin embargo, lo que suele destacar más es el tesoro catedralicio: un retablo gótico dentro de la Capilla de Santa Bárbara, los sepulcros del siglo XVI de la Capilla de San Francisco y otras piezas de arte de artistas como Juan Niño de Guevara, Claudio Coello, Alonso de Meda y Enrique Simonet.

También está la capilla de la Encarnación que fue diseñada por Ventura Rodríguez y labrada con piedra de ágata. Tiene un retablo neoclásico de 1785, obra de Juan Villanueva y Antonio Ramos. Y la capilla de La Virgen de los Reyes que alberga la escultura más antigua de la catedral. Según se dice, esta estatua estuvo junto a los Reyes Católicos cuando entraron a la ciudad en 1487, por ello la primera misa católica en Málaga incluyó esta pieza de arte.

El coro y la música catedralicia: tesoro barroco

También tiene un coro, que es una de las estancias más valiosas del conjunto. Este es una obra cumbre de la carpintería barroca del país y además es una de las obras mejor valoradas del escultor Pedro de Mena.

Este coro está tallado en madera maciza de caoba y su trabajo es tan detallado que ninguno de los relieves de todo el conjunto escultórico es igual a otro.

Por otro lado, a los laterales del coro se alzan dos órganos, considerados también tesoros del templo. Estos fueron construidos entre 1779 y 1781 y sus cajas fueron diseñadas y talladas por José Martín de Aldehuela para que fueran a juego con el resto del templo. Estos tienen más de 4.000 tubos y 10.000 trompetas en el interior y son casi iguales, salvo por la longitud de algunos de sus tubos y el sonido.