Una adolescente en terapia

Desde la Fundación promueven la implicación de todos los miembros de la familia para paliar esta situaciónPexels

Málaga

Aumentan las agresiones de hijos a padres en Málaga, sexta provincia de España con mayor número de casos

En el 56 % de los episodios registrados, la violencia es ejercida por los hijos y el 30 % de los incidentes se producen en familias con hijos únicos

La Fundación Amigó, una entidad que desde 1996 contribuye a la transformación social e individual de la infancia y la juventud más vulnerable mediante la creación de oportunidades para jóvenes en situación o riesgo de exclusión social y la ayuda a la resolución de conflictos entre los adolescentes y sus familias, ha presentado recientemente su informe sobre violencia filio-parental en España durante 2023, último año sobre el que se tienen datos recogidos por las Fiscalías de Menores de todas las comunidades autónomas.

La citada memoria revela que se registraron 4.416 procedimientos incoados a menores por ejercer la violencia contra sus padres, frente a los 4.332 registrados durante 2022. Estas cifras, tal y como señalan desde la Fundación, dan cuenta del «grave problema social al que nos enfrentamos», puesto que se estima que «sólo se denuncian los casos más graves, entre un 10 % y un 15 % del total, por lo que estamos hablando de un problema que en la mayoría de las ocasiones es oculto y es necesario dar visibilidad y concienciar a la población».

Con este informe sobre la mesa, Andalucía, a pesar de haberse producido un ligero descenso frente al año anterior, ha resultado ser la comunidad autónoma donde mayor número de agresiones se registraron, con 1.012 expedientes; por delante de Madrid (764), Comunidad Valenciana (680), Canarias (453) y Cataluña (255).

A nivel provincial, Málaga aparece como la sexta en la clasificación nacional, con 204 agresiones, un 1,47 % más respecto al ejercicio anterior.

Atendiendo al perfil de las familias que viven estas situaciones de violencia de hijos hacia padres, la media de edad de los agresores se sitúa en los 15 años y medio y la de las víctimas en 43. En el 56 % de los casos, la violencia es ejercida por los hijos y en el 44 % por las hijas, siendo el 30 % de los episodios en núcleos familiares con hijos únicos. En cuanto a las características que definen a este tipo de hijos, el 54 % de ellos ha visto disminuido su rendimiento escolar; el 23 % ha sufrido acoso escolar; el 49 % presenta algún tipo de adicción y el 32 % ha sido testigo de algún tipo de violencia.

Por otro lado, el 51 % de las familias que experimentan estos episodios son nucleares; el 23 % son monoparentales maternas; el 19 % reconstituidas y el 7 % son monoparentales paternas.

Cristina Vaquero, psicóloga en el Proyecto Conviviendo de la Fundación Amigó considera «fundamental seguir visibilizando esta realidad, hasta hace poco invisibilizada, y continuar potenciando recursos especializados para su abordaje que trabajen de forma integral y multidisciplinar para poder ofrecer herramientas a todos los miembros de la familia».

«Aunque el trabajo con los adolescentes es fundamental, también es necesario buscar la implicación y participación de todos los miembros de la unidad familiar como constructores de las soluciones ante el conflicto. La implicación de la familia y agentes socioeducativos es el camino en el que hay que trabajar para abordarlo», sostiene la psicóloga.

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