Una ola de calor pudo causar la muerte de la mujer que llevaba 14 años muerta en su casa de Málaga

La mujer centenaria, cuyo cadáver momificado fue hallado en su domicilio por un okupa y su hija de 11 años cuando irrumpieron de forma ilegal en su vivienda del número 41 del Camino de Suárez, Málaga, habría fallecido, probablemente, como consecuencia de la ola de calor de 2011.

Esta es la principal hipótesis que, según ha adelantado Sur, manejan los investigadores del caso.

Todo apunta a que el cuerpo momificado desde hace 14 años corresponde a la propietaria de la vivienda, Elisa P.G., nacida en 1924. Al parecer, la mujer no tenía descendencia, aunque los agentes han logrado localizar a un familiar, un sobrino de la anciana el cual reside en otra provincia española.

El hallazgo del cadáver tuvo lugar este pasado lunes, 17 de marzo, cuando un hombre y su hija de 11 años, a punto de ser desahuciados de su domicilio actual, trataron de okupar la vivienda, un inmueble que llevaba años sin movimiento.

Esta circunstancia no extrañó a los vecinos del edificio puesto que Elisa solía viajar frecuentemente y había estado residiendo en Nueva York durante años. Por otro lado, la comunidad de vecinos, formada por 80 propietarios, ha sufrido bastante rotación y muchos de los residentes son extranjeros.

Tras forzar la puerta de la vivienda, el okupa y su hija encontraron el cadáver de la anciana tumbado en el sofá del salón, momificado y reducido prácticamente al esqueleto. El hecho de que las ventanas estuvieran completamente abiertas, además de justificar que los vecinos no hubiesen percibido el olor de la descomposición del cuerpo, parece indicar que la muerte tuvo lugar en verano.

Los agentes de la Policía Nacional inspeccionaron la vivienda, que se encontraba completamente intacta. Entre los papeles de Elisa encontraron documentos que probarían que estaba viva en junio de 2011; a partir de entonces, no se volvió a tener noticias de ella.

Y es que, tal y como recogen los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), hacia finales de junio de 2011 se registraron en la provincia de Málaga varios días de terral que precedieron a una ola de calor, con varios días de temperaturas muy por encima de la media. A falta del estudio completo del cadáver y de los datos que pueda aportar el familiar que llevaba 14 años sin contactar con su tía, la ola de calor es la principal hipótesis de la muerte de Elisa.