Un profesor sevillano siembra el pánico entre sus alumnos por comerse su bocata y orinar en botellas de agua

Los padres de los alumnos del colegio Hispalis, un centro de infantil y primaria situado en Sevilla Este, se encuentran en pie de guerra contra uno de los profesores, preocupados por la seguridad e integridad de sus hijos.

El comportamiento de este docente, según avanza ABC, ha llevado a las familias a acudir a Educación para que intervenga en la polémica. Le acusan de comerse el chorizo de los bocadillos de los niños y beberse sus zumos, así como de orinar en la botella de agua de otros de los profesores.

Una conducta poco apropiada que ya le habría ocasionado problemas en el pasado. Según los familiares de los estudiantes, este profesor ha sido inhabilitado en años anteriores por estas prácticas anormales, que incluso le llevaron a ser destituido como director de otro centro tras detectarse problemas administrativos.

La situación no solo preocupa a las familias y a los propios alumnos, ya que sus compañeros también sufren esta actitud, habiendo presentado denuncias contra él.

Piden medidas

Las familias tuvieron constancia de lo que sucedía en las clases de este profesor cuando los primeros alumnos empezaron a quejarse en casa de lo que allí sucedía. Además, el docente aludido habría llegado a ridiculizar a algunos de ellos. Capítulo aparte es su desempeño ante los más pequeños, ya que se ha denunciado que les ha puesto en clase películas de miedo apagando la luz del aula.

Por ello, en el escrito de las familias a Educación, estas se quejan de que esta persona está rompiendo «la normal convivencia del centro» y exigen que se tomen medidas, recordando que el susodicho ya se ganó una inhabilitación durante 25 días el curso pasado y que la presión de los padres le llevó a volver a ser apartado en abril.

Como de momento sus súplicas no han tenido la respuesta esperada, pese a sus reuniones, tanto con la dirección del centro como con la Inspección Educativa, han convocado una concentración para intentar que el profesor no regrese a las clases, previstas para el próximo 8 de enero.