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El Rey jura fidelidad a la Constitución con motivo de su proclamación el 19 de junio de 2014

El Rey jura fidelidad a la Constitución con motivo de su proclamación el 19 de junio de 2014Casa del Rey

X aniversario del reinado

Expertos del CEU analizan los 10 años de reinado de Don Felipe, garante de la unidad de España

Coinciden en destacar su neutralidad como Rey al servicio de todos los españoles y remarcan su defensa del Estado de derecho y del respeto a la ley

En unos días se cumplirán 10 años de la proclamación de Don Felipe como Rey de España. Aquel 19 de junio de 2014, Felipe VI expresó su deseo de encarnar una «una Monarquía renovada para un tiempo nuevo», que es lo que hace desde entonces. Esta década no ha estado exenta de obstáculos para la Corona ni para el país, pero tampoco de momentos que han puesto de manifiesto el compromiso que adquirió con los españoles. Expertos del CEU en esta materia analizan estos años de reinado y el papel del Jefe del Estado en nuestra democracia.

Sergio Rodríguez López-Ros, vicerrector de Relaciones Institucionales de la Universitat Abat Oliba CEU y académico de la Historia, define como complejo este periodo de 10 años, tanto para España como para la propia familia real, y señala que el Rey lo ha sabido «sortear de una forma muy hábil y muy adecuada». Alude así al intento de secesión en Cataluña, también a la dificultad de entendimiento entre los grandes partidos políticos, a la tensión política en general y a la bipolaridad a nivel internacional «con las fricciones que eso provoca en las relaciones entre países».

Y en todo este tiempo el Rey «ha sido fiel en la defensa del Estado de Derecho y, por tanto, en la defensa de la unidad de España», subraya Rodríguez López-Ros. Además, remarca que con Don Felipe se ha consolidado la presencia territorial de la Monarquía en toda España y se ha mostrado muy cercano, de modo especial a los más necesitados.

De estos diez años destaca la toma de posesión con la que inició su reinado Don Felipe tras la abdicación de su padre, Don Juan Carlos, la jura de la bandera y la jura de la Constitución de la Princesa Leonor. Todo ello «garantiza una estabilidad dinástica, una continuidad de la Monarquía, que es un espacio esencial para la unidad de España, porque es un espacio neutro de poder», explica el académico, que considera que el hecho de que exista esa neutralidad en un país tan polarizado garantiza a España «una estabilidad única en Europa». Así, opina que para España, para su salud democrática y para sus libertades públicas, es necesario que haya siempre una monarquía.

Al servicio del interés general

En esa idea de neutralidad también incide Cristina Barreiro, profesora de Historia Contemporánea de la Universidad CEU San Pablo, que afirma que el Rey es «un símbolo de unidad al servicio del interés general y desligado de las luchas políticas». «Representa una Jefatura del Estado desvinculada de los partidos políticos, lo que le permite actuar como poder moderador y simbólico, representando al conjunto de los españoles. Tiene una función de arbitraje y moderación», señala Barreiro.

El servicio al interés general de todos los españoles es algo en lo que también incide otro de los expertos del CEU, Pablo Moreno, coordinador académico y de FCT del Ciclo Superior en Administración y Finanzas del CEU FP Sevilla. Para él, «el mejor legado de Felipe VI, tras 10 años de reinado, es el de haber realizado las funciones que la Constitución le atribuye sin personalismos, con un absoluto afán de servicio al pueblo español».

A raíz de la aprobación de la ley de amnistía hay quienes preguntan qué puede hacer el Rey, que, como ha contado El Debate, no puede negarse a sancionar ninguna ley que haya sido tramitada legalmente, pues así le obliga la Constitución. Cristina Barreiro recuerda que el Monarca «puede llamar al respeto de la Constitución, pero no puede ni negarse a firmar una ley ni criticarla».

Como subraya la profesora de Historia Contemporánea, la idea de España no se entendería sin la institución monárquica. Asimismo, califica de «incalculable» el papel de la Corona, a través del Rey, como embajador de nuestro país. A su juicio, «queda más que demostrado cuál es su valor como garante de la unidad e igualdad de los españoles».

Compromiso con el Estado de derecho

Manuel Martínez Sospedra, catedrático de Derecho Constitucional y profesor emérito de la Universidad CEU Cardenal Herrera, también erige a Felipe VI como garante de la unidad y de la continuidad del Estado español, y destaca de estos diez años de reinado «su compromiso con el Estado de Derecho y la democracia, enfatizando la importancia del respeto a la ley para una convivencia justa y civilizada».

En esa línea, Pablo Nuevo López, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad CEU Fernando III, subraya que el Rey Felipe «no nos ha dejado solos a quienes consideramos que el respeto al Derecho es condición necesaria para una convivencia justa y civilizada». «Si hacemos un recorrido por algunos de sus principales discursos, encontramos un Rey plenamente comprometido con el Estado de Derecho», señala, aludiendo a una de las ideas que ha reiterado Don Felipe en estos años, como es que «el respeto a la ley es necesario para que puedan existir la convivencia y la democracia».

Por su parte, el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad CEU San Pablo Leopoldo Abad coincide en afirmar que el Monarca es «símbolo de unidad y permanencia del Estado», y hace hincapié en su función arbitral y moderadora y en el hecho de que «asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales».

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