La Reina Doña Sofía otorga los premios BMW de pintura a Damaris Pan y Serafín Álvarez
Este año, el certamen alcanzó un récord histórico no solo en número de participantes, sino también en representación femenina
La Reina Sofía entregó este lunes el 39º Premio BMW de Pintura a la artista vizcaína Damaris Pan por su obra «All monsters are human II». En la categoría de Arte Digital, que celebra su tercera edición, el galardón fue otorgado al artista leonés Serafín Álvarez por su pieza audiovisual «Spell».
El jurado, compuesto por el pintor y escultor Antonio López, el director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Miguel Zugaza, la presidenta de la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo, Patrizia Sandretto, el director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza, Guillermo Solana, y la directora de la Fundación Carasso, Lucía Casani, seleccionó a los ganadores en un certamen que marcó un récord de participación, con más de 1.700 artistas inscritos.
Durante la ceremonia, Manuel Terroba, presidente del Grupo BMW en España y Portugal, destacó que «el Premio BMW de Pintura se consolida como un referente internacional, atrayendo a participantes de 39 nacionalidades». Subrayó además que este galardón se ha convertido en una plataforma global para el arte contemporáneo, permitiendo a cada vez más artistas proyectar su obra a nivel mundial.
Este año, el certamen alcanzó un récord histórico no solo en número de participantes, sino también en representación femenina, que ascendió a casi el 45% de los inscritos.
La obra ganadora del Premio BMW de Pintura, «All monsters are human II», de Damaris Pan (Vizcaya, 1983), forma parte de un conjunto de trabajos que exploran la relación entre lo humano y lo monstruoso. La pieza destaca por su materialidad y la tensión entre los elementos que componen la obra, generando un fuerte impacto visual que desafía las clasificaciones convencionales.
En la categoría de Arte Digital, la pieza «Spell», de Serafín Álvarez (León, 1985), transporta al espectador a un universo onírico donde los límites del tiempo y el espacio se diluyen, creando un entorno surrealista impregnado de magia y absurdo.