Los Reyes despiden a la Princesa Leonor, que emprende una de las etapas más duras de su formación

Llegó el día de la despedida. Este sábado, a las doce del mediodía, el buque escuela Juan Sebastián de Elcano zarpará una vez más desde el muelle de Cádiz para emprender un nuevo crucero de instrucción, el número 97, y, por tercera vez en la historia, llevará a bordo a un Heredero de la Corona, en esta ocasión a Doña Leonor, la primera Princesa de Asturias que recibe formación como guardiamarina. De los 76 alumnos que viajan en el buque, solo nueve son mujeres, incluyendo a la Princesa.

El Rey, que hace 38 años realizó su crucero de instrucción, conoce la dureza de la travesía y la alta alta exigencia académica y naval a la que son sometidos los guardiamarinas; y la Reina, experta en recoger información, también tiene una idea bastante exacta de lo que espera a su hija. Ambos estarán hoy en el muelle de Cádiz para despedir a la Princesa y apoyarla en un momento muy relevante de su vida.

Forjarse en valores

Durante cinco meses, la Heredera de la Corona vivirá a bordo de este histórico velero, que en 2027 cumplirá cien años, y compartirá sus estrecheces e incomodidades con sus 75 compañeros guardiamarinas. Estudiarán 18 asignaturas, harán guardias, observarán el firmamento y aprenderán a maniobrar las veinte velas del buque. Pero, como dice el Rey a su hija, «seguramente quedará, como me pasó a mí y también a tu abuelo, entre tus mejores recuerdos de formación militar».

También el comandante del Juan Sebastián de Elcano, capitán de navío Luis Carreras-Presas do Campo, describe con enorme ilusión la experiencia de la vida en el buque: «Todos los que hemos pasado por el Elcano hemos aprendido mucho, pero lo fundamental es que nos hemos forjado en valores», afirma. Valores como el sacrificio, el compañerismo, el honor, el valor, la disciplina y la lealtad.

Doce escalas y nueve países

Juntos los guardiamarinas afrontarán su primera estancia larga en el mar: cruzarán el Atlántico, bordearán América del Sur, atravesarán el Estrecho de Magallanes, navegarán por el Pacífico, cruzarán el Canal de Panamá y llegarán hasta Nueva York. Durante la travesía, Doña Leonor hará doce escalas en nueve países diferentes, incluyendo España. Y en esas escalas asistirá a actos institucionales, porque el Juan Sebastián Elcano es también una embajada itinerante.

Mientras sus compañeros traigan de regreso el buque a España, la Princesa volverá en avión desde Nueva York para continuar su formación naval en otra embarcación de la Armada. Y a primeros de julio embarcará de nuevo en el Elcano en Gijón para llegar con sus compañeros a Marín el 14 de julio. Dos días después, el día del Carmen, el Rey les entregará en la Escuela Naval los reales despachos de empleo.

Misa y procesión antes de la partida

Hoy, antes de la partida, los guardiamarinas aún tienen una cita en tierra. A las 9:30 horas asistirán a misa en el Convento de Santo Domingo; después, a las 10:15 horas participarán en la procesión y el embarque de La Galeona, la imagen de la Virgen del Rosario que acompañará a los guardiamarinas en su crucero de instrucción, como se hacía en la época de los galeones.

Y tras los abrazos de despedida de sus familiares y seres queridos, a las 12 horas se harán a la mar. Pero esas primeras millas no navegarán solos porque numerosas embarcaciones les acompañarán y desde el mar oirán las salvas de honor que les dedicará el batallón de Puntales. En uno de esos buques, embarcarán los Reyes para acompañar a su hija en las primeras millas de la travesía.