
Vista del puente viejo o 'romano' derrumbado por la crecida del río Tajo a su paso por Talavera de la Reina, este domingo. EFE/Manu Reino
Entrevista
Testigo directo del derrumbe del puente de Talavera: «De repente se fue la luz y sonó como si se partiese la tierra»
Víctor Muñoz de Miguel salía de un bar cuando decidió ir con sus amigos a ver cómo había crecido el caudal del Tajo. «Yo ya había estado por la tarde haciendo unas fotos y quería que ellos viesen cómo iba el agua, porque era una pasada», señala este joven de 25 años en conversación con El Debate
A las 00:35 de la madrugada de este domingo 23 de marzo, dos tramos del Puente Viejo de Talavera de la Reina (Toledo), no fueron capaces de soportar la fuerza del agua que rugía a toda fuerza en el río Tajo a su paso por la Ciudad de la Cerámica, y se derrumbaron en tan solo unos segundos. El puente, que data de la época medieval, pero cuyos cimientos se remontan al Imperio Romano, ha amanecido colapsado en la mitad de su trayecto, después de jornadas de intensas lluvias que han provocado que el Tajo alcanzase unos niveles de caudal históricos.
Víctor Muñoz de Miguel salía de un bar cuando decidió ir con sus amigos a ver cómo había crecido el caudal del Tajo. «Yo ya había estado por la tarde haciendo unas fotos y quería que ellos viesen cómo iba el agua, porque era una pasada», señala este joven de 25 años en conversación con El Debate. Mientras observaban la fuerza del agua a su paso por el conocido en Talavera como 'puente romano', sonó un primer crujido.

Imagen del rio Tajo y el Puente Viejo de Talavera parcialmente destruido
En un primer momento, Víctor pensó que el sonido provenía de una antigua iglesia cercana, Santa Catalina, ya que el crujido del colapso del primer tramo del puente rebotó e hizo eco en ella. Sin embargo, segundos después se percató de que el puente había cedido a la fuerza del agua y se había derrumbado: «Sonó un crujido fuerte, como si se estuviese partiendo la tierra, como si fuese un terremoto. Miré hacia arriba pensando que se caía Santa Catalina o algún edificio, hasta que me di cuenta de que era el puente el que estaba empezando a derrumbarse», explica ante los micrófonos de este medio.
Tras este primer crujido, llegó un segundo, en el que ya sonaron cables metálicos rompiéndose, estructura fruto de la reforma del Puente Viejo del año 2000, por el que se hizo transitable. «Sonó un crujido mucho más fuerte y ruidos de cables. De repente se fue la luz de toda la ribera y se cayeron los dos tramos del puente. Te juro que tembló hasta la tierra. A los segundos de quedarnos a oscuras, cuando el ojo se acostumbró, vimos que el arco del puente ya no estaba», expresa este joven talaverano.En este momento Víctor y sus amigos no pensaron que el resto de Puente Viejo fuese a resistir a la fuerza del agua, sino que creían que «se iba a caer todo como un efecto dominó». Tras esto, llamaron a la Policía, cuyos agentes llegaron «alumbrando con unas linternas de largo alcance, porque no se creían que se había caído el puente», señala a este periódico. «La Policía entró en el puente desde el otro lado del río para comprobar que se había derrumbado y nos alejaron de las vallas por miedo a que el muro de contención pudiera romperse», relata.