
Los coches híbridos acaparan la mayor parte del mercado
Práctico
¿Ya hay fecha para que prohíban circular a los coches híbridos?
Los coches híbridos se han convertido en la tabla de salvamento para miles de conductores, aunque no hay que olvidar que también tienen motor de combustión
Hace más de 20 años que Toyota se convertía en un pionero de la automoción y comercializaba coches con motor híbrido, el Prius fue el primero y entonces nadie entendía muy bien el sentido de estos automóviles muy complejos técnicamente y que tampoco lograban una reducción de consumo muy importante.
El mal menor
Hoy los coches híbridos se han convertido en el mal menor para los conductores españoles en plena época de electrificación, pues les permite disponer de una etiqueta Eco o Cero, en función de que sea enchufable o no y seguir disfrutando de los beneficios de los motores de combustión, que no necesitan ir de cargador en cargador.

Los híbridos combinan un motor de combustible con otro eléctrico
De este modo las ventas de coches eléctricos van camino de suponer un 50 % del mercado, los híbridos no enchufables son los más populares y los más vendidos a día de hoy pues básicamente su uso es igual que los coches de toda la vida y la asistencia eléctrica es limitada, por lo cual no debemos estar con complicaciones ni con pleitesías a la recarga.
Sin pleitesías
Pero no conviene olvidar que los coches híbridos incluyen un motor de combustión o térmico de los de toda la vida y como tal se van a ver afectados por las limitaciones que plantea Bruselas a este tipo de propulsores.
Las limitaciones a la circulación acabarán por llegar a los híbridos
Bruselas aprobó hace dos años una hoja de ruta que incluye la prohibición de la venta de motores de combustión en 2035, fecha en la que los fabricantes dejarán de producirlos, mientras que la prohibición definitiva llegará en 2050, cuando esté prohibido conducir coches con motor de combustión.
Estas fechas afectan a los coches híbridos, por lo tanto ya tienen sello de caducidad, aunque conviene valorar que soluciones como los combustibles renovables y sintéticos pueden ayudarlos a sobrevivir más allá del 2050, aunque a día de hoy esto no es así.