
Playa de Bolarque
La playa «mediterránea» de cuento que no tiene mar
Entre bosques de pinos se encuentra este lugar mágico castellanomanchego
¿Puede ser algo mediterráneo sin que lo bañe el mar del mismo nombre? Pues no. Según la RAE, «mediterráneo» es un adjetivo que significa «Del mar Mediterráneo, o de los territorios que baña». Pero en este caso bien lo parece.
Cualquiera podría decir que ese mar que no es mar, sino pantano, es el mediterráneo en una mediterránea Guadalajara. La playa de Bolarque, en la provincia castellanomanchega, puede confundirse a simple vista con una playa mallorquina. Hay rincones que son auténticas calas donde el agua es tan cristalina y tan verde azulada como en Pollensa.
Cerca de Cuenca
Pero es Guadalajara, muy cerca de Cuenca. Maravillas de España. Un lugar así, de cuento, no podía pasar desapercibido. La playa de Bolarque tiene un club naútico, chiringuito, socorristas y árboles cerca de la arena como si se hubiera llegado a una isla desierta, pero lo cierto es que no lo suele estar, aunque hay control de aforo para evitar aglomeraciones.
El lugar lo guardan las montañas de la sierra de Altomira. Cuesta 10 euros acceder y pasar en él el día y disfrutar de sus atracciones naturales como la Cueva de las Tortugas, a la que hay que acceder en kayak y agachado. Parte del llamado Mar de Castilla, un rincón idílico y «mediterráneo» con todos sus pantanos, de reciente actualidad no precisamente ociosa por los desembalses debido al temporal que ya pasó, por donde moran los buitres leonados y los búhos en plena naturaleza.