El consejero de Educación de la Generalitat visita Canet, pero ningunea a la familia acosada

El consejero de Educación de la Generalitat, Josep González-Cambray, afirma que en las escuelas catalanas «no hay ningún problema con la lengua». Es más, considera que es una «mentira» y un invento de los que intentan vender que hay un conflicto lingüístico. También ha cargado esta mañana contra el TSJC por lo que considera un «ataque intolerable» al modelo de escuela catalana que se ha demostrado, dice, que es un modelo «de éxito». El consejero, visiblemente molesto, se ha negado a responder las preguntas de los periodistas en castellano, hoy no tocaba, y nos ha instado a poner subtítulos y a trasladar que no hay «ningún problema lingüístico en las escuelas catalanas».

González-Cambray ha estado hoy en la escuela Turó del Drac de Canet, donde se ha reunido con la dirección del centro, con otras familias y también con el AMPA. Les ha mostrado su apoyo y a la dirección su «protección» ante la sentencia del TSJC. También el consejero se ha puesto de perfil al ser preguntado por las amenazas e insultos que ha recibido la familia del niño. Se ha limitado a decir que las escuelas son espacios de «convivencia» en los que se «forman a niños y jóvenes con espíritu crítico» y que condena cualquier tipo de violencia y de amenaza «venga de donde venga». Si bien, y después de insistir los periodistas, ha dicho que no tendría ningún problema en reunirse con esta familia.

En cualquier caso, el centro va a cumplir con la sentencia del TSJC porque va dirigida a la dirección de la escuela, y por lo tanto, en caso de incumplimiento sería responsable la propia directora. Algo que también ha molestado al consejero de educación porque «impide dar respuesta a la consejería». De esta forma, y desde hoy mismo, un grupo de P5, deberá dar más clases de castellano. Serán unas 6,5 a la semana. Se impartirán en los llamados 'racons' (rincones), y en las clases de visual y plástica, así como en psicomotricidad, porque en infantil no hay propiamente asignaturas.

Y por lo demás, entre las familias que llevan a sus hijos a la escuela Turó del Drac se nota la tensión. Pocas son las que quieren hablar del tema. Y las que lo hacen, en la mayoría de los casos defienden el sistema de inmersión lingüística y lamentan que «por un sólo niño» se rompa el proyecto lingüístico de la escuela. Eso sí, en mayor o menor medida condenan las amenazas y los insultos que está recibiendo la familia del menor. 

La presidenta del AMPA, Mónica Ruz, asegura que el niño «no está desprotegido», dice que nadie «lo ha señalado» y que ella misma no sabe de quién se trata. Desde el AMPA, por cierto, han pedido que no haya ninguna manifestación a las puertas del colegio. De hecho, mañana, diferentes sindicatos de estudiantes independentistas y otras organizaciones afines al independentismo han convocado una concentración, a las 16:30 en el centro.