Para Plataforma per la Llengua, dar clase borracho es como hacerlo en español
La entidad ha usado esta comparación en un vídeo en las redes sociales para promocionar su campaña para denunciar a los profesores que usen castellano en la universidad
Plataforma per la Llengua, la llamada ONG del catalán, considera que dar clase borracho es como hacerlo en español. Una comparación que ha utilizado en un vídeo difundido en redes sociales, en el que se puede ver cómo un supuesto profesor, cubata en mano, da una clase ante las protestas de sus alumnos, a los que él responde de malas maneras. Todo cambia cuando una de las estudiantes le dice que lo va a denunciar ante el rectorado porque había bebido y les había tratado mal. Entonces, el profesor cambia de lengua, ya se dirige en castellano a los alumnos y empieza a dar la clase.
«Estoy harta. Los profesores que cambian de lengua son unos imbéciles», dice una de las estudiantes. Otro asistente piensa que «somos imbéciles aguantando que el profesor se ‘pete’ el plan docente de esta manera», y otra apunta: «lástima que me siente tan atrás y que me la sude tanto esta asignatura, que, si no, me quejaría».
En este sentido, desde Plataforma per la Llengua se preguntan: «¿Verdad que si el profesor es mal educado o da la clase bebido te quejarás? Pues también tienes que hacerlo si se salta el plan docente e imparte clase en otra lengua. Han vulnerado tus derechos lingüísticos. Denúncialo». En definitiva, es una forma de promocionar su campaña para señalar a los profesores que usen el castellano en la universidad. Campaña, que, por otro lado, está teniendo un éxito relativo. Según datos de sus impulsores, se han recogido 209 quejas en el primer cuatrimestre, pero no sólo en las universidades catalanas, sino también en las de Valencia y de Baleares.
Recordemos que también a principio de curso la Consejería de Universidades impulsó un plan para fomentar este tipo de delaciones. De hecho, la responsable de este Departamento, Gemma Geis, instó a los centros a que hicieran un informe semestral en el que se recogieran las incidencias que pueda haber sobre cambios en la lengua de las asignaturas, las causas, y también el seguimiento y la respuesta que se da por parte del centro universitario. Pero lo cierto, y según datos de la consejería, es que desde inicio de curso se han presentado 55 quejas, que representan un 0,1 % de la oferta de asignaturas de grados y másteres en el conjunto del sistema universitario catalán.
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Para la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), «la degradación moral no solamente es de Plataforma per la Llengua, es también responsabilidad de quienes mantienen sus subvenciones públicas a pesar de alentar la hispanofobia». Y es que efectivamente, esta entidad recibe desde hace años importantes cantidades de dinero público, no sólo de la Generalitat, sino también de la Diputación o el Ayuntamiento de Barcelona. En 2020, por ejemplo, recibió casi un millón de euros.