Cataluña
Calma tensa en el barrio de la Bonanova de Barcelona ante los posibles altercados entre Desokupa y los okupas
Los Mossos tienen previsto un dispositivo al máximo nivel para esta noche, en previsión de enfrentamientos entre los usurpadores de vivienda y miembros de la empresa de desokupación
Desde hace ya algunos días los Mossos han desplegado un dispositivo en el barrio de la Bonanova, teniendo en cuenta la problemática que se vive con los okupas de dos viviendas de la zona, la Ruïna y el Kubo. Okupas que han acosado a vecinos, a los que les han lanzado material pirotécnico y otros objetos; o les han disparado con pistola de balines. También en los últimos días se han visto a okupas recorrer calles del barrio con palos y hachas como acción de «autodefensa», según se han justificado.
A estas horas continúa esa presencia policial, sobre todo en los alrededores de la plaza de la Bonanova, pero nada comparado al dispositivo que los Mossos han preparado para este noche, un dispositivo al máximo nivel, que blindará la plaza ante la previsión de que se puedan producir enfrentamientos entre okupas y miembros de la empresa Desokupa.
Y eso que finalmente la compañía ha renunciado a desalojar los dos edificios, como era su intención. En un vídeo, el responsable de Desaokupa, Daniel Esteve, ha explicado que este jueves finalmente no van a llevar a cabo «la toma de la Bastilla», aunque sí mantiene la convocatoria, junto con los vecinos, para pedir que se echen a los okupas. Esteve, por cierto, ha augurado que pronto habrá medidas cautelares para desalojar los dos edificios.
Los okupas publican un vídeo
Pero los okupas no se han quedado de brazos cruzados, ni mucho menos. Ya desde finales de marzo, cuando se paralizó el desalojo de el Kubo por falta de seguridad, decidieron bunkerizar los dos edificios. Para ello recogieron material de obra y soldaron vallas del propio ayuntamiento para impedir que pudiera entrar la policía. Pero también hay un aviso para navegantes en las pancartas que han colgado en estos edificios: «Si desalojan la Ruïna y el Kubo, que arda Sant Gervasi»; «tenéis demasiado», «os estamos esperando, malandrines» o «tenemos las llaves de todas vuestras casas». Son los avisos que lanzan a vecinos y mossos, de que si se procede al desalojo, ellos van a actuar.
Por cierto, dos de los okupas de La Ruïna han difundido un vídeo en las redes scoiales en el que plantean varias demandas. La primera es que la SAREB «se disuelva y entre las llaves de todas sus propiedades»; también exigen que «el Estado se disuelva y entregue las armas» y que se pare «el desalojo» de los dos edificios en concreto, y en general de los «desahucios de todo el teritorio». En este vídeo se describen como la «resistencia anarquista» que se encuentra en el «corazón burgués de Barcelona».
Los vecinos, hartos
Lo cierto es que la situación se ha ido deteriorando en las últimas semanas. Hasta el punto de que Raquel, que, según nos explica no ha tenido ningún problema con los okupas, quiere «que se vayan ya. Y si puede ser hoy, mejor que mañana. Y mañana, mejor que pasado mañana». Sobre todo porque quiere que «el barrio recupere la tranquilidad y no estar continuamente pendiente de los okupas». También José, que vive muy cerca, explica que «es muy molesto. Hay ruidos, música a tope, detritos que no se saben cómo se evacuan, a demás de daños estéticos. En fin, que es normal que la gente se queje ante este panorama».
Otros, como Luis, nos dicen que «a veces hacen una fiesta y claro, la gente no los quiere. También le pegaron hace poco a un chaval joven. No sé si hubo provocación, qué es exactamente lo que pasó, pero no se puede vivir continuamente con esta tensión. Y ya llevamos muchos así. Así que lo mejor es que se vayan».
También hay vecinos que muestran su temor ante la posibilidad del desalojo. Es el caso de Pilar: «miedo me da. ¿Habéis visto las pancartas que tienen colgadas?» nos pregunta. «Si dicen que van a quemar el barrio. Vete tú a saber lo que van a liar si deciden echarles. Y no parece que sean unos angelitos». José Antonio también dice que está preocupado porque «este tipo de enfrentamiento nunca puede traer buenas consecuencias. La solución va a ser difícil, porque parece ser que hay como más de 100 okupas ahí metidos, y si tienen ganas de bronca, la cosa se va a poner muy complicada para echarlos». Aunque también hay quienes como Pedro, muestran su total confianza en los Mossos, porque «harán muy bien su trabajo».
Campaña electoral
El tema de la inseguridad y la ocupación ilegal ha surgido con fuerza justo cuando esta media noche se da el pistoletazo de salida a la campaña electoral. De hecho, estas cuestiones centraron el primer debate de los candidatos a la alcaldía de Barcelona. Desde Ciudadanos, por ejemplo, Anna Grau prometía la creación de una unidad de la Guardia Urbana contra las okupaciones porque se quiere de una intervención policial «inmediata» que no se está produciendo. Desde Valents, Eva Parera, aseguraba que Barcelona es «víctima de la extrema izquierda» y acusaba al gobierno municipal de ser el «cómplice» de los okupas en la capital catalana. En la misma línea se pronunciaba el candidato popular, Daniel Sirera, que recordaba que la situación en el barrio de la Bonanova «tiene que ver con el hecho de que Ada Colau fuera okupa en el pasado»
Xavier Trias también reprochaba a la alcaldesa y al gobierno municipal su «falta de liderazgo», mientras que el republicano Ernest Maragall lamentaba que Colau y el socialista Jaume Collboni quisieran «sacarse responsabilidades de encima» mientras se contempla «el espectáculo de la derecha y de la extrema derecha». Y en el caso de los dos grandes señalados, Jaume Collboni prefirió esquivar el cuerpo a cuerpo y se limitó a mostrar su solidaridad con los vecinos de la Bonanova y con la policía. Ada Colau admitía que la ciudad tiene problemas, aunque rechazaba que la ocupación ilegal sea un problema generalizado en la ciudad. Rechazaba el discurso catastrofista de los otros candidatos y decía que ya se están dando pasos legales a nivel policial jurídico para resolver el conflicto en la Bonanova.