Cataluña
Una nueva Diada, viejas desuniones entre los secesionistas
Algunos miembros de ERC, como Joan Tardà, apuestan abiertamente por no participar en la manifestación de la ANC
«La unidad del independentismo». Ésta es la expresión más repetida desde los momentos álgidos del llamado procés, y también la más sobrevalorada, porque de lo que hace gala el secesionismo, precisamente, es de la desunión. No han conseguido ponerse de acuerdo en la hoja de ruta política, ERC y Junts se andan lanzando puyas a la mínima que pueden, no acaba de haber un entendimiento claro en las negociaciones para la investidura del presidente del Gobierno, y todo ello también se podrá ver en la Diada.
Y el problema no es sólo de los partidos políticos. También las asociaciones independentistas ponen de su parte para que esa desunión sea más evidente, especialmente la ANC. De hecho, este año parece que tiene como objetivo que descarrilen las negociaciones para la investidura. En el vídeo promocional para la manifestación que la entidad organiza con motivo de la Diada, el próximo 11 de septiembre, advierte de que «pactar con quien nos reprime y nos espía no puede ser el camino» y llama por este motivo a la movilización en las calles.
Los problemas de ERC con la ANC
Es un aviso a navegantes a las fuerzas independentistas, a ERC y en esta ocasión también a Junts per Catalunya. En la convocatoria del año pasado ya hubo polémica. Los republicanos y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no asistieron a la manifestación al considerar que se trataba de un acto «hostil» hacia el Govern y su estrategia de diálogo con el gobierno.
Consideraban que la ANC era la que dividía precisamente al independentismo por poner el foco en los partidos separatistas y no en el Estado. Y la entidad no dudaba en dejar claro que el problema era que Aragonès «no está implicado con la independencia» y no entendía que el president «se haga fotos con el Gobierno y no lo haga con cientos de miles de catalanes». Lo cierto es que los republicanos han sido abucheados en las últimas convocatorias.
Pues bien, este año no es que la situación haya mejorado, pero teniendo en cuenta las negociaciones para la investidura, desde ERC han anunciado que este año sí participaran en la manifestación de la Diada convocada por la ANC, porque este año la situación «es diferente», si bien es cierto que ni desde el partido, ni desde el Govern han confirmado que vaya a asistir el presidente de la Generalitat.
Y no todos en ERC están por la labor de acudir a la convocatoria. Es el caso del exportavoz republicano en el Congreso Joan Tardà: «No entiendo las dudas de ERC sobre si ir o no ir a la mani de la Asamblea el día 11. Que debemos estar en la calle los indepes en la Diada, sí. Con quienes nos acusan de petainistas –en referencia a Petáin, el general francés colaboracionista con los nazis– no. Y punto. Si quieren, que rectifiquen, que es de sabios hacerlo».
En esta Diada se puede visualizar un nuevo pulso entre entidades y partidos, pero es que las formaciones separatistas tampoco acaban de encontrar ese lazo de unión. Precisamente a raíz de la manifestación del año pasado, Junts decidió romper con sus socios de ERC y abandonar el Govern. Pero se han sucedido otros encontronazos, como, por ejemplo, a raíz de que los republicanos pactaran los presupuestos con los socialistas; la sustitución forzada también por Esquerra de la presidente del Parlament; la defensa por parte de Pere Aragonès del llamado 'acuerdo de claridad', sin contar con sus exsocios; y también algunos pactos postelectorales.
Escocieron especialmente en Junts los acuerdos que ERC y PSC alcanzaron en tres de las Diputaciones. Los republicanos presiden la de Lérida y Tarragona y después de las generales se incorporaron al gobierno de la Diputación de Barcelona que preside la socialista Lluïsa Moret. Y como telón de fondo, la pérdida de apoyo a los partidos independentistas. Ya se vio en las municipales, y la tendencia se consolidó en las generales.