La exmujer del productor televisivo Josep Maria Mainat, Angela Dobrowolski, durante un juicio en la Sección 20 de la Audiencia de Barcelona, a 15 de julio de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). Dobrowolski se sienta en el banquillo por presuntamente intentar asesinar a su marido antes de que interpusiera la demanda de divorcio, con un plan que presuntamente materializó durante la madrugada del 23 de junio de 2020, cuando se quedó a dormir en el domicilio familiar en Barcelona. El fiscal pide 16 años por presuntamente inyectarle insulina para causar una hipoglucemia
15 JULIO 2024;BARCELONA;DOBROWOLSKI;ASESINATO;JUICIO;PRODUCTOR;MAINAT
Kike Rincón. Pool / Europa Press
15/7/2024

Angela Dobrowolski en un momento del juicio en la Audiencia de BarcelonaEuropa Press

Cataluña

La exmujer de Mainat niega que intentara matarlo: «lo hice lo mejor posible»

Angela Dobrowokski reconoce que aquella tarde discutieron, pero luego hablaron de darse «una oportunidad»

«Hice todo lo que pude por salvarle la vida». Así se ha defendido Angela Dobrowolski, exmujer del productor Josep Maria Mainat, de las acusaciones de que intentó matar a su marido inyectándole insulina, un fármaco no indicado para la diabetes Mellitus tipo 2 que sufre Mainat. Lo ha hecho durante su declaración ante el tribunal de la sección 20 de la Audiencia de Barcelona que la juzga desde el lunes. Recordemos que la fiscalía y la acusación particular piden para ella 13 años de prisión.

Ella también ha negado el interés económico. Y es que la fiscalía considera que Dobrowolski intentó matar a su expareja al enterarse de que él ya había puesto en marcha los trámites de divorcio y ella se iba a quedar fuera de la herencia. Sí ha reconocido que esa tarde «tuvimos una fuerte discusión». Pero también ha precisado que se calmaron los ánimos e incluso «hablamos de darnos una oportunidad».

También ha admitido que ese día había consumido droga y no podía dormir. Y cuando entró en la cocina, no buscaba la insulina, sino las sustancias que tenía escondidas en varios puntos de la casa precisamente para consumir. En cualquier caso, ha dejado claro que si hubiera querido matarlo, habría buscado «un lugar más apropiado» que no «una cama en la que dormían mis dos hijos».

Y ha puesto como ejemplo, la montaña, «donde (Mainat) sufría frecuentes hipoglucemias». Es más, entre lágrimas, ha explicado que la hipoglucemia de su marido podía deberse a la mezcla de hasta 60 pastillas que el productor tomaba diariamente para frenar su envejecimiento.

También ha reconocido que dio a Mainat una medicación para adelgazar. Y ha detallado que cuando ella finalmente pudo ir a la cama, escuchó «unos ronquidos que no eran normales». Dio un brinco y fue hacia la habitación en la que dormía su exmarido, que «estaba al borde de la muerte», pero ella le dio glucosa, lo incorporó, se aseguró de que respirara y defiende que «lo hice lo mejor posible».

Por otro lado, ha aprovechado su derecho a la última palabra para asegurar que «hasta hace unas dos horas, en mi interior, yo estaba convencida de que la acusación particular iba a pedir al final mi absolución. En mi interior lo seguí creyendo en el fondo de mi alma». Y también para insistir en que «en el momento en el que vi a mi marido mal, luché por su vida de la mejor manera que pude».

El fiscal insiste en que quiso matar a Mainet

El fiscal no cree la versión de Dobrowolski. Y en su informe final ha insistido en que quiso matar a su marido, «sin apechugar con las consecuencias». De hecho, cree que ella esperó a que las posibilidades de Mainat de salvarse fuesen mínimas para llamar a Emergencias, llegando a estar «media hora encerrada en la habitación con el señor Mainat sin hacer absolutamente nada».

Y sostiene que ella le inyectó insulina «para matarle. Lo demás son elucubraciones fantasiosas, teorías de ciencia ficción sin ningún apoyo médico ni científico ajenas a cualquier realidad de la medicina». Y también ha insistido en que el móvil es el económico, porque quedaría fuera de la herencia al solicitar él el divorcio.

La acusación particular, que ejerce la abogada Olga Tubau y que pide la misma pena que la Fiscalía, ha considerado «indiscutible» que esa madrugada Dobrowokski administró una sustancia a Mainat. En la misma línea que el fiscal, si el tribunal concluye que la jeringa tenía insulina, no solo habría atentado contra la vida de su marido, sino que lo habría hecho con alevosía: «Quiso suprimir cualquier riesgo para ella y toda posibilidad de defensa del señor Josep Maria Mainat».

La acusación particular y la fiscalía piden la misma pena: 13 años de prisión para Dobrowokski.

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