Otro varapalo para el Ayuntamiento de Barcelona: el TSJC anula la 'tasa Amazon'

La llamada 'tasa Amazon' está siendo un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Barcelona. Ese impuesto, que se aprobó en febrero del año pasado, graba el reparto a domicilio de productos comprados por internet.

Hace solo unos meses se conoció que el gigante del comercio electrónico, Amazon, que da nombre al impuesto, se libraba de pagarla. La Audiencia Nacional consideró que no se trataba de un operador municipal. Y ahora hay que añadir que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha anulado directamente este impuesto porque considera que infringe el principio de libre circulación de mercancías. La sentencia, que cuenta con un oto particular, se puede recurrir.

En concreto, la tasa graba a los operadores postales que facturan más de un millón de euros en Barcelona y que entregan a domicilio compras por internet. El Ayuntamiento de Barcelona, liderado entonces por Ada Colau, justificaba la aprobación del impuesto, con el que pretendían recaudar hasta 2,6 millones de euros, para proteger al comercio tradicional. También para fomentar que estas empresas utilicen puntos de recogida para reducir la circulación de los vehículos de reparto, que, según el consistorio, son corresponsables de la congestión de tráfico de la ciudad, además de la contaminación.

Pues bien, el TSJC dice, en su sentencia, que anula la tasa porque no graba específicamente el uso de las zonas de carga y descarga, sino que se trata de un impuesto a los ingresos de los operadores postales, lo que el consistorio no puede hacer. De esta forma, el tribunal da la razón a la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO), que presentó un recurso contencioso-administrativo pidiendo la anulación de la tasa.

De hecho, el tribunal recuerda que el importe del gravamen es del 1,25% de los ingresos brutos facturados por cada empresa, mientras que las zonas de carga y descarga son gratuitas para el resto de distribuidores de mercancías. Y no solo eso, sino que según recoge la memoria económica de la propia tasa, la distribución de comercio electrónico a domicilio ocupa un porcentaje inferior de la vía pública que otro tipo de empresas que no la pagan.

Por lo tanto, el TSJC entiende que más que una tasa para uso del espacio público, lo es de una actividad económica. En este sentido, deja claro que «si la ordenanza tiene como justificación finalista evitar la carga y descarga en la vía pública para envíos puntuales, esta protección tiene que afectar a todo vehículo susceptible de usar de igual forma el dominio público, pero no exclusivamente los operadores postales que distribuyen bienes adquiridos a través del comercio electrónico».

La oposición

Desde el grupo municipal del PP, Daniel Sirera ha propuesto una rebaja de impuestos dirigida al pequeño comercio «tras demostrarse que la ‘tasa Amazon’ fue una chapuza que en nada ayudaba realmente al sector». Y también ha recordado que el actual alcalde, Jaume Collboni, la impulsó en el anterior mandato con el apoyo del PSC, ERC, Junts, Comuns y Cs, con la excusa de ayudar al pequeño comercio.

Pero el líder popular asegura que «no solo no ha tenido ese resultado sobre el comercio de proximidad, sino que ahora el TSJC evidencia que jurídicamente esta tasa no se sostenía», además de que solo tenía «afán recaudatorio» e iba a repercutir en el consumidor.

En este sentido, Sirera propone rebajas fiscales que beneficien directamente al comercio de proximidad y no supongan un impuesto más para los barceloneses. Propone, por ejemplo, una rebaja de los principales impuestos que repercuten en los pequeños negocios como son el IBI, la tasa de recogida comercial de residuos, el impuesto de construcciones y obras (ICIO). También defiende que se den ayudas a los nuevos autónomos.

En la misma línea, Gonzalo de Oro, presidente de VOX en el Ayuntamiento de Barcelona considera que la anulación de la 'tasa Amazon', es otro fracaso más del fallido gobierno Colau - PSC porque «han querido hacer intervencionismo en todo y lo único que han conseguido es hacer doblemente el ridículo».

De Oro ha pedido al gobierno municipal que «dejen de poner tasas a todo lo que les molesta y céntrense en trabajar para mejorar las políticas a favor del comercio local, para conseguir comercios de más calidad, protegiendo emblemáticos y con más ayudas en campañas como la de Navidad o rebajas». También recuerda que más de 3.000 pymes catalanas venden en Amazon, y unas 900 están en Barcelona. En conjunto superaron los 200 millones de euros en ventas internacionales gracias a Amazon, siendo una de las cifras más altas de España.