Retenciones en la AP-7 por un accidente

Retenciones en la AP-7 por un accidenteServei Català del Trànsit

Cataluña

La Generalitat anuncia el enésimo plan para evitar los colapsos y accidentes en la AP-7

Se creará un sistema de velocidad variable entre Maçanet y el Vendrell y unos semáforos regularán la entrada a la autopista

La Generalitat va a llevar a cabo el enésimo plan de choque en la autopista AP-7 para evitar que se convierta en una ratonera por la congestión que sufre esta vía, y por la gran cantidad de accidentes que se registran, muchos de ellos con camiones implicados. Sin ir más lejos, el pasado 15 de julio llegaron a coincidir hasta cinco accidentes en esta vía, con vehículos de gran tonelaje como protagonistas, lo que provocó el colapso de la autopista durante buena parte de la mañana.

Desde que se eliminaron los peajes en la vía, aumentó el tráfico de forma considerable y con ello, los atascos que se reproducen diariamente y también los fines de semana, sobre todo en las zonas de costa. Y ahora en verano la situación se complica más, puesto que es la carretera principal de entradas de turistas de norte a sur.

En un primer momento, el Servei Català del Trànsit (SCT), puso en marcha algunas medidas para aliviar la situación, sobre todo los fines de semana, puentes o época de vacaciones. Así, por ejemplo, se añadieron carriles adicionales, se estableció un límite de 100 km/h en algunos tramos, entre Granollers y el Papiol y entre Martorell y Gelida; se restringió la circulación de camiones en determinados horarios y días y estos también tenían prohibido avanzar en algunos puntos, tenían que permanecer en el carril de la derecha.

Pero los problemas siguen. Y, por este motivo, el SCT está estudiando crear un tramo de velocidad variable en un tramo de 100 quilómetros, entre Maçanet (Gerona) y el Vendrell (Tarragona), con la previsión de que las obras empiecen el próximo año. También está previsto instalar nuevos radares móviles, y unos centrados en la zona del Ebro, para garantizar que los camiones circulan, efectivamente, por la derecha.

Hay que tener en cuenta que la movilidad en esta autopista ha aumentado alrededor de un 7% en general, y, en concreto, un 6,7% en el caso de vehículos pesados. Y a este incremento hay que añadir el que ya se registró cuando se eliminaron los peajes. En este sentido, el director del SCT, Ramon Lamiel, asegura que se mezclan en esta vía dos tipos de movilidad: por un lado, el tráfico privado, que puede ser vacacional o incluso laboral; y un «tráfico comercial muy potente y que, en algunos puntos de la autopista, genera problemas». Y en verano se intensifican estos dos tipos de tráfico y «generan más incidentes y accidentes».

Control para acceder a la autopista

Como decíamos, el plan incluye la creación de un tramo de velocidad variable entre Maçanet y el Vendrell. Este sistema incluirá sistemas predictivos con cámaras de inteligencia artificial, de tal forma que se podrá calcular cuándo habrá retenciones. También se instalarán radares para comprobar que los conductores cumplen con la velocidad marcada en cada momento. Y se prevé instalar un sistema de control de entrada a la autopista que dejará acceder a la vía en pequeñas dosis para evitar congestiones. Se trataría de un sistema de semáforos que permitirán la entrada de vehículos cada diez segundos, aproximadamente. El primero se instalará a la entrada de la C-35 a la AP-7 a la altura de la Roca del Vallès.

Con la instalación de radares móviles, la idea es trasladarlos allí donde sea necesario. Este año se instalarán cuatro, y el objetivo es llegar a los 26 en 2026. Y en las comarcas del Ebro, se pretende instalar cámaras radar para controlar a los camiones, para comprobar que circulan por la derecha, en el tramo entre Camarles y Calafat. Según datos del SCT, ahora mismo el cumplimiento de la medida es del 90%, pero se pretende que sea del 100%.

En cambio, Tráfico ha decidido que dejará de aplicar el límite de velocidad máxima a 100 quilómetros por hora entre Martorell y Gelida los viernes por la tarde y los sábados por la mañana, porque ha constatado que la medida no funciona. Sí se mantendrá la reducción de velocidad en el tramo central de la AP-7 entre el Papiol y Granollers. En este caso, los responsables del SCT valoran positivamente la idea, porque ha ayudado a reducir la siniestralidad, además de contener la velocidad en un tramo que, habitualmente, registra muchas retenciones.

En cualquier caso, el director de Trànsit, Ramon Lamiel, asegura que la situación en la autopista ha mejorado, y que la AP-7 «es una vía segura, con un índice de peligrosidad muy bajo», teniendo en cuenta los muertos y los heridos graves que se producen como consecuencia de accidentes, respeto a los millones de vehículos que utilizan la autopista. Lamiel recuerda que hasta julio han fallecido en la AP-7 dos personas, cuando después de la eliminación de los peajes, por las mismas fechas se acumulaban 18.

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