Una entidad de La Bisbal d'Empordà crea el primer programa de televisión hecho íntegramente por personas con discapacidad

La entidad del tercer sector El Trampolí, ubicada en La Bisbal d'Empordà, ha lanzado un innovador programa de televisión producido y dirigido íntegramente por personas con discapacidad. Esta iniciativa pionera ha tenido una «muy buena acogida» entre los participantes, quienes han realizado un curso de especialización en técnicas audiovisuales. Gracias a este éxito, ya se están preparando nuevos formatos para el futuro.

El programa, que consiste en entrevistas realizadas por los propios usuarios a personas de cierta relevancia, se graba los días de mercado en el bar que la entidad gestiona en el centro del municipio. Los participantes han aprendido el manejo de cámaras, el lenguaje televisivo y las tareas de postproducción, entre otros conceptos clave. La entidad destaca el carácter «inclusivo» de la iniciativa y no descarta ampliar la oferta con nuevos formatos.

Desde hace años, El Trampolí se dedica a la inclusión de personas con discapacidad intelectual en la sociedad. Entre sus múltiples proyectos, gestionan un bar céntrico en La Bisbal que, desde hace unas semanas, se convierte en plató televisivo los viernes para grabar el programa 'A prop de tu' (Cerca de ti). «Tanto delante como detrás de las cámaras, todo el trabajo lo realizan los chicos y chicas de la entidad», explica Maite Cobos, directora de El Trampolí.

Más apoyo necesario

La dirección de El Trampolí reconoce la «vital importancia» del trabajo de los voluntarios para que la entidad siga adelante. Desde su fundación hace más de dos décadas, El Trampolí ha puesto en marcha diversos proyectos para autofinanciarse, como la venta de productos fabricados por los propios usuarios y, más recientemente, la gestión de un popular bar en el centro de La Bisbal.

No obstante, desde la entidad se hace un llamado a las instituciones para que brinden «más apoyo» y que «no se olviden» de los colectivos y entidades que se dedican a cuidar a las personas con discapacidad. «No se puede hacer todo con voluntarios; necesitamos muchos más recursos y no queremos ser los olvidados», concluye Cobos.