Juanjo Isern, candidato a la Federación Catalana de Fútbol.

Juanjo Isern, candidato a la Federación Catalana de Fútbol.Cedida

Tribunales

El juez desestima la querella del presidente de la Federación Catalana de Fútbol contra Juanjo Isern

Considera que sus declaraciones a 'El Mundo Deportivo' están amparadas en el derecho a la libertad de expresión

El caso del presidente de la Federación Catalana de Fútbol, Joan Soteras (FCF), se acerca a su conclusión. Un juzgado de Sabadell está investigando las trampas, manipulaciones y falsificaciones de votos que el equipo de Soteras llevó a cabo para no perder las últimas elecciones a la FCF. Legalmente, las ganó Juanjo Isern, quien lleva meses denunciando lo ocurrido.

En el proceso ha tomado parte el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que está analizando si inhabilita a Soteras. A la espera de que ambas resoluciones desencallen una situación vergonzosa para el fútbol catalán, el Juzgado número 7 de Barcelona ha desestimado una querella que Soteras interpuso a Juanjo Isern.

El motivo de la querella eran unas declaraciones que Isern hizo al periódico El Mundo Deportivo. En ellas declaró que «hay actas notariales presuntamente fraudulentas» y afeó que «esta no es la manera de realizar unas elecciones democráticas con libertad de voto». «Soteras, en lugar de dimitir para poder convertirse en candidato en las elecciones señaladas en el plazo de un mes por el TCE, se mantuvo en el cargo de manera ilegal, siendo al mismo tiempo candidato y presidente, atentando contra todos los principios democrático», añadía Isern.

Libertad de expresión

Ante tales acusaciones Soteras decidió querellarse contra Isern, por calumnias e injurias. Una vez comprobado los hechos, el juez ha decretado que «los delitos de calumnias e injurias, protectores del honor de las personas, están íntimamente relacionados con el derecho a la libertad de expresión». Según la resolución judicial, «la manifestación de críticas más o menos fundadas en la actuación de determinadas personas, en principio, no debe suponer la aplicación del derecho penal».

Además, el juez recuerda que tanto el Tribunal Europeo de Derechos Humanos como el Tribunal Constitucional han dejado claro que amparan dentro de la libertad de expresión tanto los juicios de valor moderados, favorables o inocuos como aquellos que puedan ser «molestos, incómodos o hirientes», siempre que tales manifestaciones no carezcan de fundamento, se hayan hecho de mala fe o sean objetivamente insultantes.

«No todas las críticas sobre la actividad profesional constituyen un frente a su honor personal que merezca reproche penal», continúa el texto, y destaca que en el contexto en que fueron realizadas «las expresiones utilizadas por el querellado no pueden considerarse constitutivas de delito, ya que se refieren a hechos existentes y no son fruto de la invención o mala fe del investigado».

«Considerar que sus expresiones son delictivas equivaldría a exigir a los ciudadanos callar ante la comisión de hechos presuntamente delictivos o irregulares», continúa, y concluye que «ni los hechos de la querella son constitutivos de un delito de injurias, puesto que las manifestaciones del sr. Isern estaban amparadas por el derecho de libertad de expresión, y menos aún de un delito de calumnias al no existir ninguna falsedad».

Ahora sólo queda que el Juzgado de Sabadell y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña desbloqueen la situación, se ponga en evidencia las malas artes llevadas a cabo por el equipo de Joan Soteras y se restablezca la normalidad invistiendo a Juanjo Isern como presidente de la Federación Catalana de Fútbol. Este desbloqueo también servirá para que el fútbol catalán deje su letargo y vuelva al nivel que todos los clubs están esperando.

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