Andorra impondrá multas de hasta 10.000 euros a los comercios que no atiendan en catalán a partir de enero

Hace unos días se conocía que la autodenominada «ONG del catalán», Plataforma per la Llengua, abría una nueva delegación en Andorra. La nueva sede se estrenaba con un informe para fiscalizar a 550 comercios de Andorra la Vella acerca de en qué idioma se dirigen a sus clientes. Este estudio sirvió a la Plataforma para pedir al gobierno andorrano que la ley del catalán aprobada el pasado abril obligue a los establecimientos comerciales a saludar en catalán, ya que –aseguran– la lengua usada en el saludo condiciona el resto de la conversación.

Parece que su ruego no ha caído en saco roto, ya que esta semana la ministra de Cultura, Juventud y Deportes de Andorra, Mònica Bonell, ha anunciado un nuevo impulso en la aplicación de la citada ley. Según aseguró el lunes en una entrevista para la radio pública andorrana, el departamento de Comercio asumirá la competencia y empezará a sancionar las quejas por el incumplimiento de la norma a partir de enero de 2025.

«A partir de enero cambiaremos la forma de actuar respecto a cómo lo venimos haciendo hasta ahora», aseguró. Así, Bonell adelantó que empezará a aplicarse el régimen de sanciones previstas por la ley, que van de los 600 a los 10.000 euros. «De hecho, en las cartas de las quejas que estamos enviando [a los comercios] ya les avisamos que pueden incurrir en sanción», detallaba.

Nuevo reglamento

Bonell también anunció que el nuevo reglamento de cuotas –que se presentará esta semana- llevará implícita la necesidad de conocer el catalán. El catalán «ha de ser percibido por los recién llegados como un medio que ayude a integrarse a la persona que viene a trabajar a Andorra», ha dicho, y no como un idioma de uso esporádico.

La ministra de Cultura puso como ejemplo la obligación de esforzarse en tener un mínimo de conversación en catalán, e insistió –en línea con las peticiones de la «ONG del catalán»– en que no se puede instar al cliente a cambiar al castellano o al francés. Si pasa, dijo, «hemos de seguir hablando en catalán».

Andorra es el único país del mundo que tiene el catalán como única lengua oficial. La ley, aprobada en abril, prevé que a partir de 2029 se requiera acreditar un nivel mínimo de catalán a todos los residentes para poder renovar su permiso de inmigración. Además, a partir de 2026 se tendrá que hacer una formación de catalán de 30 horas para obtener la renovación del permiso de residencia y trabajo si no se acredita un nivel A1.