El laberinto catalán
La Moncloa pide flexibilidad a Illa ante las exigencias de sus socios independentistas
La presión de la lista perdedora del congreso de ERC escora hacia el independentismo tanto a Oriol Junqueras como a Xavier Godàs
Foc Nou, la lista que salió derrotada de la primera votación en el congreso de ERC y que se ha erigido en árbitro de la situación entre Oriol Junqueras y Xavier Godás —el candidato apoyado por Marta Rovira—, ha decidido no sumarse a ninguna de las dos candidaturas en liza, y plantear cinco condiciones para apoyar a uno u otro contendiente.
Las exigencias de la lista derrotada son un nuevo quebradero de cabeza para el PSOE, dado que incluyen que no se dé apoyo alguno al Gobierno en el Congreso si no se negocia un nuevo referéndum de independencia para 2030. Además, la lista impulsada por Helena Solà y Albert Bosch pide una consulta entre la militancia antes de agosto de 2025 para evaluar el nivel de avance de las negociaciones entre ERC y el PSOE. Si esta hoja de ruta se lleva a cabo, a la legislatura podría quedarle poco más de siete meses.
El Día de la Constitución y la participación de Salvador Illa en los actos institucionales ha sido motivo de crítica por parte de los candidatos a la presidencia de ERC. Elisenda Alamany, número dos de Junqueras, ha afirmado que «es impropio de un presidente catalán ir a los actos de la Constitución en Madrid», y Godàs no se ha quedado atrás: ha censurado que la Policía Nacional y la Guardia Civil se hayan integrado en el sistema de alertas 112 de la Generalitat catalana.
La subida de tono contra el PSOE es la respuesta a las demandas de la tercera lista eliminada que exige «volver a poner el independentismo en el centro y acabar con las aproximaciones a los socialistas».
Junqueras se acerca a Foc Nou
Junqueras, consciente de que tiene a su alcance la victoria, de la que le separaron menos de dos puntos en la votación de la semana pasada, es quien, contra pronóstico y para sorpresa socialista, más se está acercando a las tesis de Foc Nou. Así, ha garantizado que sin condonación de deuda y sin acuerdo sobre el sistema de «financiación singular» —eufemismo con el que se denomina al concierto económico catalán— Illa no tendrá presupuestos, pero no ha dicho nada sobre los presupuestos del Estado.
Godàs no ha querido quedarse atrás en la subasta al alza de amenazas al PSOE y ha dicho que «trontollaran governs» («se tambalearán gobiernos») si los Mossos no se hacen cargo del orden público en puertos y aeropuertos, posibilidad que fue descartada por Grande-Marlaska hace pocos días.
Todas las miradas están fijadas en los días 11 y 12, en los que las candidaturas de Junqueras y Godàs celebrarán sus actos de final de campaña y en los que verbalizarán nuevas exigencias a Pedro Sánchez e Illa.
Además, la lista de Godàs ha propuesto celebrar siete debates, de los de los de Junqueras han aceptado uno. En ese encuentro podría medirse hasta qué punto ha subido el tono de ERC hacia el PSOE y el PSC, y cuál será el nuevo precio que deberá pagar Sánchez para mantenerse en el poder.
Inquietud en La Moncloa
En la Moncloa ven con inquietud la deriva del congreso de ERC y las críticas constantes que Illa recibe tanto de ERC, como de Junts, por su asistencia a actos institucionales en Madrid. Illa ha roto con la tradición de los últimos catorce años en los que ningún presidente autonómico catalán había participado en los actos de la Fiesta Nacional, el 12 de Octubre ni en los del Día de la Constitución.
Los socialistas se plantean pedir a Illa que se prodigue menos por la capital para evitar dar excusas a ERC y Junts que dificulten las negociaciones de cara a los Presupuestos Generales del Estado para 2025, cuya presentación el gobierno ya ha anunciado que realizará tras el parón navideño.