Política
ERC se asusta por la ventaja de Junts y también reclama ahora las competencias de inmigración para Cataluña
La exconsejera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, defiende ahora que Cataluña tenga la capacidad de «controlar las personas que lleguen»
El traspaso de las competencias de inmigración es uno de los caballos de batalla que están impulsando los de Carles Puigdemont, con el objetivo de cobrarse este trofeo en las próximas semanas, a pesar de las reticencias del ministerio del Interior, liderado por Fernando Grande-Marlaska, quien insiste que el control de las fronteras es competencia exclusiva del Estado.
Desde Junts, en cambio quieren que el traspaso «integral» de la política migratoria pactado con el PSOE en enero se concrete lo antes posible, ya que consideran que es el acuerdo más maduro de los que tienen pendientes con Pedro Sánchez, y el primero que podría materializarse tras la amenaza de Puigdemont desde Bruselas exigiendo una cuestión de confianza y asegurando que no se fían de los socialistas.
Los de Puigdemont aspiran a un programa de máximos que otorgue el control fronterizo a los Mossos d’Esquadra y permita a la Generalitat tener la última palabra sobre los permisos de residencia de los recién llegados, cosa que desde el Gobierno tratan de moderar. Ahora, no obstante, mientras la negociación entre postconvergentes y socialistas se embarranca por los «flecos» pendientes –así los definía el secretario general de Junts, Jordi Turull–, un nuevo actor entra en escena.
ERC pide las competencias
Se trata de ERC, el otro socio independentista de Sánchez, liado en sus propias negociaciones con los socialistas, tanto en el Congreso como en el Parlament. Conscientes de que la ambición de Junts puede eclipsar sus propios esfuerzos, desde ERC han alzado la voz ahora, reclamando también el traspaso de las competencias de inmigración.
Ha sido a través de una entrevista de la diputada en el Parlament y exconsellera de Igualdad y Feminismos, Tània Verge, al digital separatista El Nacional, este lunes. Verge asegura que «evidentemente, como país y como independentistas, querríamos todas las competencias», incluidas las de inmigración, para «poder hacer políticas migratorias que permitiesen que las personas que llegan puedan tener todos los derechos garantizados».
Más allá del sesgo de izquierdas propio del lenguaje habitual de ERC, Verge hace referencia al deseo de «controlar las personas que llegan» –un guiño al control de fronteras discutido por Marlaska– y pide vincular la atención a los inmigrantes con un esfuerzo extra para enseñarles catalán, para «generar un vínculo afectivo con la lengua». También asegura que, si dependiese de ERC, «cerrarían los CIE» al tener las competencias.