El líder de Junts, Carles Puigdemont, durante una rueda de prensa en Bruselas

El líder de Junts, Carles Puigdemont, durante una rueda de prensa en Bruselas, este viernesJunts / Núria Martínez

Política

Puigdemont obliga a Sánchez a un humillante examen público en Suiza como única vía para salvar su legislatura

El líder de Junts no quiere más reuniones con Santos Cerdán y exige la presencia del presidente en persona para leerle la cartilla

El presidente de Junts, Carles Puigdemont, no se conformó con compartir titulares con Oriol Junqueras: necesitaba dejar claro quién manda y quién tiene la paella por el mango, así que este viernes convocó de nuevo a la prensa en Bruselas para informar que había citado a Sánchez a pasar un examen sobre el nivel de cumplimiento de sus acuerdos.

El líder de Junts no quiere más reuniones con Santos Cerdán y exige que al próximo encuentro en Suiza acuda Pedro Sánchez en persona para leerle la cartilla. A la reunión, que Puigdemont considera «urgente», asistirá también Francisco Galindo en calidad de verificador internacional.

El diplomático salvadoreño, que antes de su mediación entre Sánchez y Puigdemont ha sido representante ante ACNUR, deberá verificar cuál es el grado de ejecución de todo lo acordado entre el PSOE y Junts. Tras el dictamen de Galindo, qué a diferencia de las reuniones mensuales anteriores, será hecho público, Puigdemont anunciará qué decisión toma sobre la continuidad de la legislatura.

Humillación pública

Ha sido el mismísimo Puigdemont el que ha reconocido que las conversaciones entre el PSOE y Junts en Ginebra han sido confidenciales así que el humillante ejercicio de verificación al que se verá sometido Sánchez si no quiere dejar de tener los votos de Junts en el congreso deberá empezar con una previa para negociar qué temas tratados en las reuniones se publicitan y cuáles no.

Carles Puigdemont ha querido dejar claro que la reunión es «para que ellos se justifiquen», dando por sentado que el PSOE ha incumplido lo pactado en Ginebra, pero también ha puesto énfasis en que no quieren una reunión «porque sí», si no un encuentro útil.

Durante su comparecencia, y ante la insistencia de los periodistas, Puigdemont ha insinuado que el próximo mes, hasta que sustancie de forma definitiva su proposición no de ley sobre el voto de confianza, es la prórroga máxima que está dispuesto a conceder a Sánchez.

El líder de Junts se ha mostrado en todo momento escéptico sobre la posibilidad de que las relaciones con el PSOE vuelvan al punto de partida que permitió la elección de Francina Armengol al frente del Congreso y del propio Sánchez como presidente del Gobierno, allá por el verano y otoño de 2023. La frase que más ha repetido es «esto no sucederá».

Marlaska, un «problema»

El socio de investidura de Sánchez ha centrado gran parte de sus críticas en el ministro del interior, Fernando Grande-Marlaska, al que ha calificado de «problema» y ha responsabilizado del retraso en la transferencia de las políticas de inmigración, de «espiarle» y de «no leerse los acuerdos».

Carles Puigdemont preside una reunión de la cúpula de Junts en Bruselas, este viernes

Carles Puigdemont preside una reunión de la cúpula de Junts en Bruselas, este viernesJunts

En la comparecencia, ha aprovechado para recordar que «no participaran en aquellos temas que no interesan a Cataluña» y ha realizado nuevas exigencias como un cálculo de inflación específico para Cataluña que permita indexar un Salario mínimo interprofesional.

En definitiva, Junts plantea una aceleración de las concesiones que el PSOE debe hacerle, así como un reconocimiento del liderazgo de Puigdemont como condiciones imprescindibles para continuar en el bloque de la investidura.

En el aire han quedado pendientes detalles que en política no son menores. En la mayoría de casos hasta ahora no se ha sabido la fecha de las reuniones celebradas en Suiza, nunca ha habido fotos de los encuentros y solo se han logrado algunas instantáneas de Cerdán, en el aeropuerto de Ginebra.

Puigdemont no ha dado pistas sobre el nivel de humillación al que someterá a Sánchez y si habrá foto y comparecencia conjunta de ambos… con Galindo, el mediador centroamericano, entre el prófugo y su amnistiador.

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