Un momento del concierto por el 180º aniversario de la Guardia Civil en Barcelona

Un momento del concierto por el 180º aniversario de la Guardia Civil en BarcelonaDr. Guillermo Simón-Castellví

Barcelona

La Guardia Civil celebra sus 180 años en el corazón de Barcelona con pasodobles y el himno de España

«Éxito total» del concierto benéfico en el Liceo que conmemoraba la fundación del cuerpo

Este año, la Guardia Civil celebra su 180º aniversario, y el cuerpo quiso celebrarlo en Barcelona por todo lo alto este lunes, con un concierto conmemorativo de su fundación en 1844. «Éxito absoluto», asegura el doctor Guillermo Simón-Castellví, uno de los asistentes a un evento único que tuvo lugar en un lugar emblemático, el Gran Teatro del Liceo.

El concierto era gratuito, pero desde la Guardia Civil se instaba a realizar un donativo al Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, por su «crucial labor en beneficio de todos», centrada especialmente en la investigación para entender y frenar la metástasis.

El programa del concierto consistía en seis piezas, interpretadas por la Unidad de Música de la Guardia Civil, fundada en 1859. Se intercalaban composiciones modernas, como Las campanas de la Sagrada Familia, de 2009, con otras más clásicas, como el pasodoble Mi Barcelona, de 1911. La última pieza del repertorio era la icónica Barcelona que hicieron famosa Freddie Mercury y Montserrat Caballé.

No obstante, el público quedó con ganas de más. La Unidad de Música ofreció varios bises, entre los que destacaron la marcha patriótica española La banderita y la sardana La Santa Espina. También interpretaron el himno de la Guardia Civil y –después de que el público lo pidiera a gritos– el himno nacional.

Seguridad

El evento, como no podía ser de otra manera, contó con un elevado grado de seguridad. En el exterior, Mossos y Guardia Civil equipados con armas de guerra protegían el Gran Teatro del Liceo.

En el interior, los asistentes e invitados eran constantemente vigilados por agentes equipados con prismáticos que barrían sin cesar los distintos pisos del teatro para detectar movimientos sospechosos y evitar sorpresas. Entre el público, numerosos agentes de paisano.

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