De «Cheka», la Torre del Terror, a hotel de lujo en Barcelona

La ciudad de Barcelona es conocida por su arquitectura rica en historia, y pocos edificios capturan esa esencia tan dramáticamente como la Torre Macaya. Situada en la Avenida del Tibidabo 32, esta emblemática construcción ha pasado de ser una residencia privada a convertirse en un lugar de terror durante la Guerra Civil Española, y finalmente, en un hotel de lujo.

El edificio, junto con la Casa Macaya en el Paseo de San Juan, fue construido por Román Macaya Gibert, un indiano que hizo fortuna en América a través del comercio de algodón. Además de estas residencias, Macaya también financió importantes proyectos de infraestructura como el ferrocarril de Monistrol a Montserrat y el funicular de Vallvidrera. Mientras la Casa Macaya, obra del reconocido arquitecto Josep Puig i Cadafalch, se erigió en 1898, la Torre Macaya fue construida en 1918, cuando Román regresó de París acompañado de su joven esposa Armandine Manhaval, un matrimonio que escandalizó a la sociedad barcelonesa debido a la diferencia de edad entre ambos.

Durante la Guerra Civil, sin embargo, la torre adquirió una oscura reputación. Rebautizada como la «Torre del Terror», se convirtió en una «cheka» –una prisión secreta y centro de tortura– operada por Aurelio Fernández, uno de los líderes más temidos de la CNT-FAI en Barcelona. La ubicación estratégica de la torre, en las afueras de la ciudad, permitió que se llevaran a cabo horribles actos de violencia con total impunidad. Menos de cien metros la separaban del consulado soviético, formando junto con otra cheka en La Tamarita un triángulo de terror.

En 1939, El Correo Catalán publicó un impactante artículo describiendo los horrores que ocurrieron dentro de la torre, incluyendo asesinatos y orgías celebradas por los anarquistas que la ocupaban. Testimonios recogidos en el artículo hablan de una capilla profanada utilizada para sentenciar a muerte a las víctimas, y de juergas salvajes que seguían a las ejecuciones, en las lujosas habitaciones de la torre.

Hoy en día, la Torre Macaya ha renacido como el Hotel Boutique Mirlo Barcelona, un establecimiento que ofrece lujo y confort en un espacio que alguna vez fue sinónimo de miedo. Este cambio radical en la función del edificio simboliza la capacidad de Barcelona para transformar su pasado, integrando su rica y, a veces, oscura historia en la vibrante y acogedora ciudad que es hoy.