Política
Un bastión por los derechos lingüísticos en Barcelona: «El castellano se ha convertido en lengua de libertad»
El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, asegura que su formación no cederá «ni un milímetro en la defensa de la libertad lingüística»
«La lucha por la libertad lingüística no es más que la lucha por nuestros derechos y libertades», aseguraba este jueves el escritor, director escénico y fundador de Sociedad Civil Catalana Pau Guix, en el marco de las Jornadas por la Libertad Lingüística organizadas por Vox en Barcelona.
Guix, acompañado del diputado en el Parlament Manuel Acosta y el arquitecto e historiador Iván Vélez, abordó los desafíos que enfrentan en la comunidad los castellanoparlantes frente al «atropello continuo del nacionalismo». Acosta abrió fuego ligando el identitarismo catalán con el proceso de «deconstrucción woke», ya que pretende «sustituir la realidad de los catalanes desde una base totalmente irracional».
Acosta, autor de El libro blanco de la historia de Cataluña, recordó que la comunidad sigue siendo una región bilingüe –como durante los últimos 500 años, mal que les pese a algunos–, y preguntó a Guix y Vélez si la llegada del socialista Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat iba a suponer algún cambio para bien en el proceso impulsado por sus predecesores de arrinconamiento del castellano.
Illa, un catalizador
«Illa es un catalizador del proceso de erradicación de la lengua española», lamentaba Vélez, aunque apuntaba que iba a avanzar en este camino «como lo ha hecho siempre el PSC, de una forma más sibilina, jugando a hacer la puta i la Ramoneta», haciendo referencia a esta expresión catalana que se aplica a quien practica un doble juego.
«El PSC siempre se ha considerado un partido catalanista, lo que quiere decir nacionalista: es el mismo perro con diferente collar», añadía Guix, para quien los socialistas catalanes han «contagiado» de nacionalismo al PSOE de Pedro Sánchez. «Estamos en una situación de profunda gravedad institucional», concluía el escritor.
El catalán en la calle
Con todo, Vélez llamó a distinguir «entre el mundo oficial y el de la calle», y aseguró que, en su experiencia, «el español no corre ningún peligro en Cataluña». ¿Y el catalán, como predicen los agoreros oficialistas? Para Vélez, tampoco, «lo que está en peligro son los derechos: las lenguas son herramientas, y yo creo que a cada una hay que darle el espacio que se gane por sí misma».
Guix, sin embargo, añadió que «en Cataluña el catalán es una lengua de imposición, obligatoria, y el castellano se ha convertido en la lengua de libertad», fruto de muchos años de políticas lingüísticas. Los ponentes también criticaron la decisión del CAC de imponer la cuota del 25% de canciones en catalán a las emisoras musicales, tanto públicas como privadas, y la intención del gobierno de hacer obligatorio el C1 en la Sanidad.
«Si se exige el C1 de catalán para ser médico, yo me pregunto por qué no se le exigía el C1 de español a Marta Rovira para ser diputada, porque su nivel era lamentable», criticaba Guix, preguntándose por qué es necesario el C1 para un clarinetista de la orquesta de Barcelona –por el músico despedido en enero tras casi tres décadas tocando– o para el cocinero de alcaldía, también despedido en enero. «Será que sin el C1 no podía cocinar gambas de Palamós, tendrían que ser de Huesca», ironizó.
Ignacio Garriga
El evento en Barcelona sirvió también para presentar las actas de la I Jornada por la libertad lingüística en Cataluña, Baleares, Valencia y Aragón, celebrada en mayo. El secretario general de Vox y líder de la formación en Cataluña, Ignacio Garriga, atendió a los medios antes de empezar el acto y advirtió a la presidenta del gobierno balear, Marga Prohens, de que si sigue adelante con el decreto para revertir las políticas lingüísticas impulsadas por la formación verde en Baleares «complicará las negociaciones presupuestarias».
Garriga exigió al PP que respete estas medidas después de que Vox votara este martes en contra de los presupuestos del Govern de Prohens en la primera votación para su tramitación parlamentaria. «Gracias a las enmiendas de Vox, se ha acabado con la inmersión lingüística que excluía el español de la educación y se ha garantizado la igualdad en el acceso a la función pública», ha añadido Garriga, que asegura que su formación no cederá «ni un milímetro en la defensa de la libertad lingüística».