Las familias que exigen el belén al alcalde de Barcelona no se rinden: pondrán un pesebre diario hasta Navidad

Más de un centenar de personas se concentraron el domingo en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para reclamar al alcalde de la capital catalana, Jaume Collboni, que no «reniegue» de la tradición e instale un pesebre al aire libre, como se había venido haciendo cada año desde 1940, excepto durante la pandemia de covid-19.

La protesta, que reunió a familias católicas convocadas por la Corriente Social Cristiana (CSC), duró más de dos horas, en un ambiente a la vez reivindicativo y festivo. Se colocaron más de 50 pesebres en la plaza, para evidenciar que el belén «pertenece al pueblo» y, por tanto, debe estar presente en la plaza pública, como recogía el manifiesto que se leyó el domingo.

«Si Collboni no quería el pesebre, lo tiene en grandes dosis», ironiza el impulsor de la CSC, Josep Miró i Ardèvol en declaraciones a El Debate. También adelanta que no será la última manifestación en este sentido: un pequeño grupo dará continuidad a la reivindicación cada día durante toda esta semana, hasta el 24 de diciembre. Será por las tardes, de 19h a 20h, junto al árbol de Navidad instalado en la plaza.

«El alcalde ha estimulado a la gente a salir de casa por el pesebre», celebra Miró i Ardèvol, contento por el «entusiasmo» de los congregados en la plaza, convocados por el convencimiento de que la cancelación del belén no es una anécdota, sino un «hecho grave», inscrito en una dinámica encaminada «a la exclusión del hecho religioso de la vida y del espacio público, incluso como manifestación cultural», recoge el manifiesto.

Polémica navideña

La polémica en torno a la desaparición del belén ha sido la que más ruido ha levantado en una Barcelona en la que este tipo de discusiones ya se han convertido en la tónica habitual cada diciembre. Si hasta ahora venían motivadas por lo que el gobierno de Ada Colau –o el de Collboni el año pasado– entendía como pesebre en la plaza, este año se ha ido un paso más allá y se ha retirado el Nacimiento al interior del consistorio.

Así, el Ayuntamiento ha optado por instalar en el Patio de Carruajes del Ayuntamiento el belén tradicional realizado por la Asociación de Pesebristas de Barcelona que hasta ahora se instalaba en el Museo Marés. Se trata de una escena marinera, que reimagina a los personajes bíblicos como trabajadores del puerto de Barcelona de principios de siglo XX, en homenaje al poeta Joan Salvat-Papasseit.

Desde el PP se instó en el pleno municipal al Ayuntamiento a recapacitar y recuperar para el año que viene la instalación de un pesebre tradicional en la plaza, pero la propuesta fue rechazada. Tanto los populares como Vox han salido a la plaza estas últimas semanas a reivindicar el pesebre, ambos colocando sus propias propuestas para llamar la atención acerca del asunto, pero desde el consistorio no ha habido cambio de opinión.

No ha sido la única polémica navideña: en Barcelona también ha habido críticas por el iluminado del barrio del Raval, que ha optado por unas bombillas de colores para evitar cualquier asociación con un sentido religioso, pero también por unas luces con motivos árabes en la plaza de la Universidad que muestran a una mujer con velo.