Imagen de una parte dels Gorgs de la Mola, cerca de Barcelona.

Imagen de una parte dels Gorgs de la Mola, cerca de Barcelona.Elena Cruz vía Google Maps

Un oasis natural a las puertas de la urbe: el secreto del Gorg de la Mola

La duración aproximada del trayecto desde el punto de partida hasta el salto de agua apenas supera la media hora a ritmo pausado, convirtiéndolo en una propuesta accesible para excursionistas de todos los niveles

En la periferia metropolitana de la capital catalana, alejado del bullicio urbano pero sorprendentemente accesible, se esconde uno de los refugios naturales menos promocionados de la provincia barcelonesa. El recorrido hacia el Gorg de la Mola, ubicado en el término municipal de Sant Andreu de la Barca, representa una vía de escape ideal para quienes buscan reconectar con la naturaleza sin invertir horas en desplazamientos.

Un trayecto que es destino en sí mismo

El itinerario comienza adentrándose en la vegetación mediterránea característica de la zona. Durante aproximadamente medio kilómetro, el visitante transita por una senda flanqueada por la flora autóctona, donde el dosel arbóreo de pinos y robles crea un microclima que invita al paseo incluso en las jornadas más calurosas. La sinfonía natural de aves y el movimiento de las hojas al viento acompañan cada paso del caminante.

La duración aproximada del trayecto desde el punto de partida hasta el salto de agua apenas supera la media hora a ritmo pausado, convirtiéndolo en una propuesta accesible para excursionistas de todos los niveles. No obstante, se recomienda utilizar calzado adecuado para terreno irregular y portar provisiones de agua y alimentos ligeros.

La recompensa cristalina

Tras recorrer el sendero boscoso, el sonido del agua en movimiento anticipa la proximidad del tesoro natural. El Gorg de la Mola se revela súbitamente al visitante: un salto de agua que desciende varios metros formando una laguna de transparencia excepcional. Pese a la tentación que suponen sus aguas cristalinas, conviene recordar que la normativa local prohíbe el baño en este enclave para preservar su equilibrio ecológico.

El área circundante ofrece espacios idóneos para un descanso contemplativo o para disfrutar de un refrigerio mientras se admira el constante fluir del agua, creando un momento de pausa que contrasta con el ritmo trepidante de la cercana metrópolis.

Conexiones con la ciudad

La accesibilidad constituye uno de los principales atractivos de esta ruta. Los usuarios de transporte público pueden optar por los servicios ferroviarios de FGC desde Plaza España, con un tiempo de viaje cercano a los 25 minutos hasta la estación de Sant Andreu de la Barca. Desde allí, un paseo urbano de aproximadamente un cuarto de hora conduce al punto donde comienza el sendero natural.

Para quienes prefieran desplazarse en vehículo particular, el trayecto resulta igualmente sencillo siguiendo la autopista A-2 en dirección a Lleida. La salida 591 conecta con el núcleo urbano de Sant Andreu de la Barca, desde donde la carretera BV-1501 guía hacia el inicio del itinerario.

Esta combinación de proximidad a Barcelona, facilidad de acceso y valor paisajístico convierte al Gorg de la Mola en una propuesta ideal para escapadas de medio día, permitiendo al visitante sumergirse brevemente en un entorno natural privilegiado sin necesidad de planificaciones complejas ni desplazamientos extensos.

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