El banco más grande de Cataluña: tuvieron que traerlo en helicóptero y tiene unas vistas de vértigo

Tiene tres metros de altura y cinco de ancho, y se ha instalado en el mirador de Vall de Porcs, de Riba-roja de Ebro, en la provincia de Tarragona. Un helicóptero tuvo que trasladar la estructura gigante desde el campo municipal de deportes. El objetivo de esta iniciativa es que se convierta en una atracción turística, porque el banco está pensado, sobre todo, para que los turistas se hagan fotos.

Se quiere inscribir el enorme banco en el Big Bench Community, que es una ruta mundial que promueve el turismo de pequeños pueblos con encanto. En Cataluña hay otros dos bancos inscritos de similares características: los de Vilalba Sasserra (Barcelona) y el de Sant Jordi Desvalls (Gerona).

En concreto, la idea partió de Figot Tour, una entidad senderista del municipio, Jaume Agustí, concejal de Protección Civil de Riba-Roja y miembro de la junta de la entidad, ha explicado a la ACN que la idea surgió cuando descubrieron ese proyecto, que es una ruta mundial, con más de 200 pueblos europeos. Una ruta que nació en Italia gracias al exdiseñador jefe de BMW Chris Bangle, y que, como decíamos, cuenta con la participación de otros dos pueblos catalanes.

Sin embargo, el banco de Riba-roja de Ebro es el más grande, de momento. Además, se ha construido en muy poco tiempo, en un mes, aproximadamente. La estructura de hierro se encargó a un taller del municipio y se ha montado en una nave que se encuentra a las afueras. El montaje lo han llevado a cabo miembros de Figot Tour y operarios del propio Ayuntamiento.

Y para que al emplazamiento no le falta de nada, desde la entidad senderista también acondicionaron el mirador donde se ha instalado el banco y preparó los cimientos para instalarlo. Ahora solo falta acabar de fijarlo, de anclarlo, lo que se hará en los próximos días. Su ubicación, según asegura el alcalde de Riba-roja, Antonio Suárez, es privilegiada, porque «la panorámica sobre el río Ebro es magnífica». Además, asegura, el municipio es el punto en que «el río se hace catalán y dibuja un meandro alrededor del pueblo». Ahora, solo falta que vengan los turistas.

Para ello, se ha habilitado una ruta senderista para llegar hasta el banco gigante. Cuenta con unos 20 quilómetros, pero por el camino, se pueden observar otros atractivos del municipio, como los hornos de aceite de enebro y los de cal, una cueva que sirvió como hospital durante la Batalla del Ebro o los aljibes. Y el final del trayecto es el banco. Allí los visitantes podrán descansar y hacerse fotografías, aunque para subir, se tendrá que instalar una escalera. Y el alcalde cree que será todo un éxito porque «hay gente que se dedica a visitar los bancos por todo el continente».