El profesor despedido por no tener título de valenciano, Ángel Sampedro.

El profesor despedido por no tener título de valenciano, Ángel SampedroEL ARTE MVSICO

Entrevista  Ángel Sampedro, profesor despedido por no tener título de valenciano: «Una ley absurda te pega una bofetada»

A pesar de contar con una dilatada experiencia y gozar de un reconocido prestigio internacional, el músico ha sido despedido víctima de los postulados nacionalistas del Gobierno valenciano

Jaime Sampedro atiende a El Debate después de ser la última víctima de ese fenómeno insaciable que es el nacionalismo, que antepone la consecución de sus marcos ideológicos a cualquier otra clase de mérito personal o profesional. Profesor de música, con dilatada experiencia y apreciado por sus alumnos, ha sido despedido por motivos lingüísticos a pesar de su prestigio internacional.

Antes que nada, ¿cómo se encuentra usted tras su despido?

–Bien, aunque estoy triste porque son siete años de trabajo con gente muy especial como son mis alumnos y amigos del conservatorio y, de repente, por unas leyes de unos políticos, te pegan una bofetada prácticamente y te echan por tierra todo el trabajo de casi ocho años.

¿Cómo valora que más allá de tener en cuenta un currículum o una trayectoria, se ha tenido en cuenta un aspecto lingüístico?

–Las leyes se cumplen, sí, pero también está el sentido común: no puedes tirar el trabajo de una persona y dejar a unos alumnos sin profesor. Es decir, publican una ley para fastidiar a un colectivo grande. Se ha perdido una orquesta, el Conservatorio, una clase con mucha gente… Cuando yo entré, lo hice por una bolsa y de urgencia porque hace siete años ya tenían problemas para encontrar un profesor. Lo levanté y cuando está arriba te aplican esa ley absurda, que la había en el momento. Las leyes hay que aplicarlas, pero si al hacerlo perjudicas a mucha gente, habrá que pensar un poquito.

¿Quiénes de esos políticos tienen un C1 aparte del de su lengua materna? ¿Se lo han exigido en los últimos años?

Lamentablemente, hace unas semanas otra profesora también sufrió el despido por esa ley…

–Sí, pero parece que las leyes son solo para los más mayores, porque sacarse un C1 de otro idioma cuando tienes sesenta y tantos años es muy diferente a cuando tienes veinte, treinta o cuarenta. Ahora bien, les pregunto a esos políticos qué C1 tienen además del de su lengua materna. ¿Tienen otro aparte? ¿Se lo han exigido en los últimos años?

En su despido ha primado el componente ideológico…

–Solamente eso. Que no tengo C1 y punto. Es una ley, pero no puedes fastidiar a un colectivo completo y estoy viendo que mucha gente no está de acuerdo. Encima se la aplican a aquellos que son débiles. Con treinta años veo lógico que te lo exijan, pero no con 65.

Además de usted y su familia, los principales perjudicados son sus alumnos…

–Claro. A mí me queda un año para jubilarme aunque de la música nunca te jubilas. Por eso me preocupa más la docencia, que no se puede politizar tanto porque vamos mal. Esto es arte, es música, es otra cosa. No tiene que haber tantos intereses políticos ni personales porque lo matan todo. He tenido alumnos maravillosos, valencianos y de toda España y no he hecho ninguna diferencia. Todos me quieren y yo a ellos.

¿Ha podido hablar con algunos de sus alumnos?

–Sí, además han hecho escritos, los han mandado a los periódicos, muchas cartas… Han hecho muchas cosas. Estoy triste por ellos porque si aplicamos esta ley tan a rajatabla, vamos a perjudicar a muchas personas. Hacíamos una disciplina muy específica como es el violín barroco. Es decir, que la gente que estudiaba conmigo ya tenía su carrera de violín y sus másters. Son cosas muy delicadas y no son niños pequeños. Había hasta profesores de conservatorio que estudiaban conmigo. Entonces, no les vale un profesor cualquiera porque vienen a estudiar una carrera específica con un profesor concreto y eso es lo que no entienden.

Sampedro se une a la profesora Encarna Grau que, con 35 años de experiencia, también fue despedida por no tener el título oficial de valenciano

¿Cuando piensa en sus alumnos, qué se le viene a la cabeza?

Mucha pena porque hemos hecho un trabajo de muchos años, algunos cursan su último año de carrera y todos están esperando después de un mes y pico a que unos señores decidan, cuando nueve meses de curso se pasan rapidísimo. Comparando, el año pasado por estas fechas, además de las clases, ya habíamos tocado en tres conciertos, entre los que estaban Venecia y Roma. En cambio, este año estamos esperando a que decidan cuando está clarísimo.

También ha habido cierta polémica con la persona que le ha sustituido…

–Es igual de válida que yo. Lo que pasa es que ella es profesora de viola barroca, al echarme ha pasado a ocupar mi puesto y la parte de violín se ha quedado vacía.

Y respecto a usted…¿Ahora qué?

–No me preocupa porque puedo seguir dando conciertos y hacer más cosas. Me han llamado de Portugal. Lo que he hecho me ha gustado mucho y, de hecho, ya ha contactado mucha gente.

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