El expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo con el PP, Eduardo Zaplana

El expresidente de la Generalitat Valenciana y exministro de Trabajo con el PP, Eduardo ZaplanaRober Solsona / Europa Press

Caso Erial

El exdirector de la Caja de Ahorros del Mediterráneo niega que la entidad diese un trato de favor a Zaplana

Ha asegurado que la CAM nunca otorgó un préstamo en condiciones ventajosas al expresidente de la Generalitat Valenciana

El exdirector de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Rober López Abad ha defendido este martes dentro del juicio por el caso Erial que el proceso de selección de los miembros de la entidad en la época en la que Eduardo Zaplana era presidente de la Generalitat Valenciana fue «absolutamente reglado».

Además, ha señalado que Francisco Grau, acusado en Erial que estuvo en el consejo de administración de la entidad, participó activamente en su actividad y ha destacado que no actuaba por ningún interés político. Asimismo, ha puntualizado que la CAM nunca dio un préstamo en condiciones ventajosas a Zaplana, sino que se siguió el procedimiento establecido.

Así lo ha asegurado en la sesión de este martes dentro de la causa judicial que se sigue contra Zaplana, el expresidente de Bancaja y de la Generalitat Valenciana José Luis Olivas y otras 13 personas más por el caso Erial, procedimiento en el que se ha investigado el supuesto cobro de más de 10 millones de euros en comisiones derivadas de concesiones de ITV y parques eólicos de la Comunidad Valenciana. El fraude está cuantificado en más de 20 millones de euros.

Durante la sesión también ha declarado un perito, inspector de Hacienda en excedencia, propuesto por la defensa de Olivas, quien ha afirmado que éste no pudo intervenir, a su juicio, en la adjudicación de planes eólicos: «No hay pruebas ni indicios para pensar algo así», ha aseverado.

El perito ha indicado que en su informe concluye que Olivas no pudo intervenir en la adjudicación de los planes eólicos por varios motivos, entre ellos, porque no formaba parte de la comisión que se creó para la adjudicación. También ha hecho alusión a que los cargos que ostentaba como presidente de la Generalitat «no le daban lugar a intervención» en la operación y, además, ha subrayado que «no hay prueba o indicio de su participación en la adjudicación».

Así, mantiene que no es posible –pese a lo que mantiene la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y la Fiscalía– que Olivas recibiera algo más de 500.000 euros por parte de Sedesa unos cinco años después de la adjudicación como contraprestación a un amaño a la adjudicación. Olivas justificó este pago en su asesoramiento para la venta de participaciones de Proyectos Eólicos Valencianos S.A. –participada por Endesa, Sedesa y Bancaja– a Endesa.

El perito, al respecto, ve «absolutamente imposible» la tesis de la UCO y de la Fiscalía y ha recordado que el pago se produjo dos días después de escriturarse la compraventa y cinco años después de adjudicarse el plan eólico: «No podía ser un pago indiferido», ha advertido.

«La tesis más lógica es que Olivas interviniera para negociar con Iberdrola, aunque finalmente la adquisición fuera por Endesa, y que se le pagara porque alguien quisiera adquirir una participación minoritaria. Hubo un servicio prestado por Olivas para que Endesa adquiera la participación», ha repetido.

«Nadie lo sabía»

Por otro lado, en la sesión de este martes también ha declarado Aurelio Izquierdo, quien fue director general de Bancaja, ha asegurado que en el banco «nadie» sabía que Olivas había cobrado algo más de 500.000 euros por asesorar en la operación con Endesa.

El testigo ha explicado que había interés en Bancaja en vender sus participaciones porque se encontraban en un proceso de desinversiones para obtener plusvalías. Ha indicado que en ese momento, en 2008, en plena crisis económicas, «había dificultad para vender muchas cosas», con lo que fue una operación complicada. «Esta operación nos costaba también porque el precio que pretendíamos era complicado», ha agregado.

El testigo ha señalado que para conseguir la venta se inició un proceso para la búsqueda de comprador con Iberdrola «siempre que le fuera interesante y bajo la óptica de que el precio que nos podía ofreciera era mejor». Tras varias gestiones no se llegaba a cerrar el precio, ha dicho, y ha señalado que medió Olivas. Al final se vendió a Endesa y la operación «salió bien al final porque Bancaja había invertido un millón y pico de euros y ganó 35», ha señalado. Preguntado por si sabe que Olivas cobró 530.000 por el asesoramiento en la operación a través de una empresa suya, ha dicho: «Nadie sabía que Olivas había cobrado por esa gestión».

Por su parte, otro testigo, consejero delegado de Iberdrola Renovables, ha indicado que presentaron una oferta por los parques y ha negado alguna reunión con Sedesa. Ha dicho que no le consta que mediase nadie para conseguir la operación: «No lo necesitábamos», ha afirmado.

Otro testigo, responsable de sociedades participadas de Bancaja, ha narrado el interés por vender las participaciones y ha indicado que no le consta que Olivas fuese contratado por Sedesa. Tampoco sabía que el expresidente de Bancaja había cobrado por las gestiones.

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