El expresidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, instantes después de ser absuelto por la Audiencia Nacional

El expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps, instantes después de ser absuelto por la ANEuropa Press / Rober Solsona

El PP valenciano respira tras la renuncia de Camps a optar a la presidencia de la Generalitat

El propio exmandatario autonómico ha cerrado la puerta a esa posibilidad, pero no descarta otras «muchas opciones» como la política local o nacional, aunque Bendodo afirma que la decisión se tomará cuando el Supremo «confirme la firmeza de la sentencia»

En el ámbito político y otros como el de la empresa privada se suele recurrir a utilizar la expresión efecto champagne para contextualizar o explicar la irrupción abrupta de un candidato, producto o servicio con una importante notoriedad, pero que, más pronto que tarde, al igual que el cava cuando se sirve, la cantidad baja y lo que era una copa llena mengua de manera más que notable. Esa circunstancia, sin embargo, está lejos de ser aplicable al que fuera presidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps.

A medida que los archivos y absoluciones se sucedían en los juzgados, el exmandatario iba recuperando dosis de un protagonismo que perdió con su dimisión en 2011. Según iba acumulando triunfos legales, reafirmaba su intención de volver a la primera línea política, un hecho que confirmó hace una semana, apenas dos horas después de que la Audiencia Nacional (AN) diera carpetazo a su última causa pendiente.

Sin embargo, en una entrevista concedida en À Punt, la televisión pública valenciana, este mismo lunes, Camps descartaba que entre sus planes pasara postularse para retornar al Palau. «Ya he sido presidente de la Generalitat y eso ahora no tiene sentido. Tenemos un gran presidente, Carlos Mazón, que lo está haciendo fenomenal», comentaba el exdirigente a la par que apuntaba que hay «muchas opciones» más allá de la vida pública en términos autonómicos.

Bendodo marca los tiempos

Esta es la gran tesitura en el seno del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, ya que la restitución política e institucional de Camps no es una tarea fácil de resolver, ni en tiempo ni formas. En cuanto a lo primero, el vicesecretario de Política Autonómica y Municipal y de Análisis Electoral del PP a nivel nacional, Elías Bendodo, no ha querido avanzar la hoja de ruta que Alberto Núñez Feijóo piensa aplicar y lo ha emplazado para más adelante, concretamente para cuando «se confirme la firmeza de la sentencia» por parte del Tribunal Supremo tras los recursos.

Cabe recordar que en la rueda de prensa que Camps ofreció el pasado miércoles aseguró que el líder de la oposición le había trasladado su enhorabuena y felicitación por el escrito de la AN y que esperaba hablar con más tranquilidad cuando la «agenda» del gallego «se lo permita». Por tanto, dilatando los tiempos el PP busca 'matar dos pájaros de un tiro', dado que evita que su estrategia de campaña de cara al 9-J se vea alterada y, al mismo tiempo, retrasa una decisión hasta que los jueces confirmen la absolución de manera definitiva y no tener que dar marcha atrás en algo tan peliagudo como es todo lo relacionado con la corrupción.

El expresidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, en rueda de Prensa tras conocerse su absolución por la Audiencia Nacional

Camps, en rueda de prensa tras conocerse su absolución por la Audiencia NacionalEuropa Press / Rober Solsona

Pero la eventual vuelta del expresidente valenciano también es delicada en lo que a funcionamiento orgánico se refiere. Desde que está Mazón al frente de la formación, la provincia de Alicante ha recobrado una fuerza que no tuvo durante los años de Camps como máximo dirigente del partido y mientras los 'populares' estuvieron en la oposición. Aunque siempre se suelen hacer ejercicios de malabarismo para tener a todas las provincias con una representación interna similar, la del sur ha vuelto a crecer en relevancia.

Así, si Camps optara por intentar ser alcalde de Valencia, un puesto al que se postuló entre las elecciones municipales de 2015 y la designación de candidatos para los comicios de 2019 frente a María José Catalá en un órdago que no llegó a surtir efectos, o si trasladara a Feijóo que está a su disposición para un cargo en la política nacional, no sería descartable que se repitiera lo que ya sucedió hace dos décadas, cuando se produjo un frontal encontronazo entre los partidarios de Eduardo Zaplana (Alicante) y los del propio Camps (Valencia).

Igualmente, esa hipotética lucha no tardaría en cristalizar en una bicefalia entre el expresidente y Mazón, que actualmente cuenta con el apoyo absoluto de su partido, de sus pesos pesados y de su Consell. Es por ello que el PP en la Comunidad Valenciana respira algo más tranquilo tras el autodescarte de Camps a la presidencia de la Generalitat. De momento, es un paso, como el de esperar a que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre su absolución, algo que tardaría meses, unos plazos en los que en la política española todo puede pasar.

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