Piscina municipal de Torás, en Castellón, cerrada por las restricciones de la sequía

Piscina municipal de Torás, en Castellón, cerrada por las restricciones de la sequíaAyuntamiento de Torás

Tres pueblos de Castellón prohíben lavar los coches, regar los jardines y llenar las piscinas por la sequía

La escasez de lluvia y la bajada de capacidad de los diferentes embalses han obligado a algunos Ayuntamiento de la provincia a aplicar medidas restrictivas a los vecinos

La situación extrema de sequía que sufre toda España no es ningún secreto y las consecuencias empiezan a ser visibles en múltiples regiones. Y es que zonas como la Comunidad Valenciana, con una escasez de lluvia histórica y con sus pantanos en reservas mínimas, está obligando a algunos municipios a tomar medidas y comenzar con restricciones para la población durante la temporada estival.

Las previsiones ya auguraban un verano seco y donde los vecinos de algunas zonas debían amoldarse a esta nueva normalidad. Los agricultores, con restricciones en el riego, han sido los primeros en verse afectados por estas medidas, que han llegado a causar pérdidas millonarias en cultivos. Pero estas restricciones ya han comenzado a extrapolarse al resto de vecinos y en algunos municipios, sobre todo de la provincia de Castellón, ya han entrado en vigor.

El objetivo de las prohibiciones es evitar problemas de abastecimiento de agua potable en el futuroComunicado alcaldes Alto Palancia

Los ayuntamientos de Torás, El Toro y Barracas, en Castellón, han establecido restricciones debido a la emergencia por sequía, con la prohibición de lavar vehículos, regar los jardines y llenar o reponer el agua de las piscinas.

Los alcaldes de estos tres municipios del Alto Palancia han pedido a los vecinos, en un comunicado conjunto, un uso responsable del agua. Según han explicado, debido a la situación de sequía y el aumento de la población de éste verano, el acuífero que comparten las tres poblaciones ha «bajado considerablemente su nivel».

El objetivo de estas prohibiciones es «evitar problemas de abastecimiento de agua potable en el futuro». Además, los ayuntamientos han suprimido el riego de parques y jardines y el llenado de la piscina municipal. También han anunciado el cierre de las fuentes municipales.

«Sin la colaboración de todos, será imposible conseguir el descenso en el consumo de agua y evitar así los problemas de abastecimiento de agua potable», han advertido.

Reducción de embalses en una semana

Y es que la situación con la sequía y la falta de abastecimiento de agua se está volviendo una preocupación muy seria en toda la Comunidad Valenciana. Los embalses de las cuencas del Júcar y el Segura han visto reducirse en casi un punto porcentual la cantidad de agua embalsada en ellos.

La última semana se encontraban tan solo al 19 % de su capacidad, lo que supone un 0,8 % menos de agua en estos embalses que la semana anterior, según los datos recogidos por el Boletín Hidrológico Semanal del 5 al 12 de agosto del Ministerio de Transición Ecológica.

Por su parte, el agua embalsada en la cuenca del Júcar también se ha reducido en una semana en un 0,9 % con 27 hectómetros cúbicos menos que la semana anterior. Ahora, los embalses están al 44,8 % de su capacidad, es decir, que hay 1.275 hectómetros cúbicos en embalses con capacidad para 2.846.

Desde el inicio del verano, los municipios, principalmente del interior de la provincia, ya estaban en sobre aviso respecto al uso del agua y la moderación, aunque no se habían visto con unas restricciones tan específicas de uso personal.

En la localidad de Costur, en la comarca del Alcalatén, el caudal de su pozo ha descendido un 75 % y llevan más de un año teniendo que usar cubas de agua potable para abastecerse, necesitando hasta doce transportes a la semana. Otra consecuencia en la localidad es que el alguacil municipal ha tenido que destinar sus tareas casi al 100 % a reparación y detección de fugas en la red de agua potable, obligado a dejar otras obligaciones de lado.

La primera decisión que ha tomado el Ayuntamiento de la localidad ha sido no llenar la piscina municipal, que abría todos los veranos para los vecinos. Y la siguiente medida ha sido aprobar la ordenanza, ya publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), en la que estudia imponer sanciones a los residentes ante actitudes tipificadas como muy graves respecto al malgasto del agua.

Las sanciones leves que que la norma contempla pueden llegar hasta los 750 euros, las graves a 1.500 euros y las muy graves alcanzan los 3.000 euros.

Consecuencias de la sequía

En otras zonas de la Comunidad Valenciana también se están comenzando a ver las consecuencias de la sequía. En Alicante, en la localidad costera de Teulada-Moraira, llevan desde el viernes pasado con restricciones al consumo urbano. El Consistorio ha decretado que el agua de la localidad no es potable y solo se permite para usos de limpieza e higiene, lo que ha provocado un aumento considerable de compra de agua embotellada entre los vecinos y vecinas.

En la zona de la Marina Alta, en particular a las localidades que dependen del Consorcio de Aguas de Teulada-Benitachell, también se han comenzado a tomar medidas excepcionales. El alcalde del Pueblo Nuevo de Benitachell, Miguel Ángel García, ha decidido distribuir gratuitamente garrafas de agua potable entre los vecinos. El consistorio considera esta medida esencial para evitar que los vecinos, especialmente las personas mayores, tengan que acudir a los supermercados para abastecerse de agua para consumo propio.

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