Miles de personas claman contra Mazón en una marcha en Valencia que salpica a Sánchez y acaba con altercados
Pese a que la protesta estaba teledirigida desde el nacionalismo valenciano y la extrema izquierda, mucha gente mostraba su disconformidad hacia las administraciones en general o directamente contra el presidente del Gobierno
Al final de la misma, encapuchados se han enfrentado con la Policía encapuchados y armados con palos
Miles de personas han clamado contra el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, este sábado en Valencia, en una marcha multitudinaria convocada por cuatro decenas de entidades nacionalistas valencianas, pancatalanistas o de extrema izquierda, principalmente, en la que, sin embargo, no han podido articular completamente su discurso. Aunque los lemas más coreados han sido los de «¡Mazon, dimisión!» (bajo el que se llamaba a la manifestación) y «¡El president, a Picasent!», en referencia a la cárcel, no han sido pocas las personas que han mostrado su indignación contra todas las administraciones o, directamente, han puesto el foco sobre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por la gestión de la DANA.
Ya a falta de media hora para las 18:00 horas, cuando estaban convocados los asistentes en la plaza del Ayuntamiento, se preveía que la protesta iba a ser muy numerosa: 130.000 participantes, según la Delegación del Gobierno. Por la calle Sagunto desfilaba un reguero de gente con inusual prisa rumbo al puente de Serranos, donde una joven portaba un cartel que presagiaba que los convocantes no iban a salirse con la suya en su intento de apropiarse del descontento social, que es mucho y no solo apunta en dirección al jefe del Consell. «Sánchez, a la izquierda también la decepcionas», se podía leer en el cartón rotulado.
De camino al otro lado del antiguo cauce del Turia, una mujer comentaba con indignación su rabia, en este caso hacia Mazón: «Este tío se tiene que ir con todo su equipo». «Espero que nos estén contando la verdad. Necesito saber que seguimos viviendo en una democracia», apuntalaba otra, en una dinámica conspiranoica compartida por otros asistentes a la marcha. «Esto es igual que el 11-M, es lo mismo», aseguraba un hombre.
«Mazón fue el único que se quedó con los Reyes», recordaba otro muchacho con su grupo de amigos, elogiando la actitud del dirigente 'popular' y de Felipe VI y Doña Letizia durante los incidentes de Paiporta, la semana pasada. El recorrido por las plazas de la Virgen y de la Reina y por la calle San Vicente Mártir en dirección hacia el Consistorio levantino seguía dejando evidencias de que, sin ser en absoluto una manifestación políticamente transversal, no todos los asistentes estaban enfadados en exclusiva con Mazón.
«Que paguen los políticos responsables», se podía leer en otro cacho de caja reconvertida en cartel en la que se aludía a la «pasividad» y la «ineficiencia». «Vuestra incompetencia, nuestros muertos», estaba escrito en otra pancarta. «Ni Sánchez ni Mazón, no os queremos», agitaba otra joven, en un sentimiento de no pocos que resumía una gran banderola ya frente al Ayuntamiento de Valencia en la que ponía: «Sánchez y Mazón, la misma mierda son». «La ayuda no se pide, se da», afeaba otro rótulo el papel del líder del ejecutivo en la desgracia, replicando sus palabras en su primera comparecencia por la DANA.
La céntrica plaza del 'Cap i Casal' estaba ya a las seis en punto más que abarrotada, con algunos puntos realmente saturados de gente que hacían muy difícil el movimiento, principalmente en torno a una supuesta cabecera que en realidad no era tal y donde había grupos del Sindicato de Estudiantes o del sindicato CGT. En esa zona, algunos radicales lanzaron bengalas contra la fachada del Consistorio, lo que provocó que se produjera una carga de los numerosos agentes antidisturbios que protegían el normal desarrollo de la protesta a pie de tierra. En el cielo, algunos helicópteros también controlaban el ingente reguero de personas.
Radicales se enfrentan a la Policía
La manifestación, hasta ese momento una concentración, comenzó a dispersarse hacia el Palacio de la Generalitat, de nuevo en torno a la plaza de la Virgen y la del Manises. Un entorno bastante más angosto que la plaza del Ayuntamiento al que no llegó el grueso de los participantes. «¡Asesino, asesino!», descargaba su rabia el gentío contra el político alicantino, al que le dedicaban cartelería con lemas con aire de refranero como «El que avisa no es Mazón», «Llegar tarde mata» o «El esmorzaret se nos fue de las manos», en referencia a esa alerta masiva enviada a los móviles de los valencianos cuando ya se había desencadenado la catástrofe en algunas zonas y a la comida que, según trascendió este viernes, mantuvo el presidente valenciano con una periodista.
El edificio gótico que alberga la sede de la Generalitat Valenciana recibió parte de la ira de los asistentes, con actos vandálicos contra el patrimonio. Algunos lanzaron huevos y barro contra las ventanas e incluso sobre uno de los laterales pintarrajearon sus deseos de que Mazón acabe en la cárcel. El Ayuntamiento de Valencia ha informado de que incluso se ha tenido que apagar un fuego. Desde la formación que preside, el Partido Popular de la Comunitat Valenciana, criticaron que la de este sábado «es una manifestación politizada». «Las entidades catalanistas del 'Països Catalans' vienen a montar lío y colapsar la ciudad de Valencia. No les importan nada las víctimas, solo la política».
Un padre de familia, acompañado de su pareja y su hijo, le daba la razón a los 'populares', profiriendo insultos a gritos contra las personas de una terraza en la plaza de Cisneros que no se estaban manifestando. «Es que Valencia es muy pepera», lamentaba. Un cartel plantado en una valla en las Torres de Serranos acreditaba que, en todo caso, no toda Valencia señala a Mazón como el máximo o el único responsable. A modo de bocadillo de cómic, una foto de Sánchez emitía en lenguaje obsceno que o estás con él «o eres un facha». Pasadas las nueve de la noche, se han producido enfrentamientos entre antidisturbios y extremistas, que han lazando vallas a los policías. Algunos encapuchados emplean palos contra la Policía en las inmediaciones de la Plaza de la Virgen.