Irene Montero critica las cargas contra los violentos que reventaron la manifestación por la DANA en Valencia
«¿Quién ha tomado la decisión de ordenar cargas contra un pueblo que pide justicia?», se pregunta la exministra
La exministra de Igualdad y actual eurodiputada y secretaria política de Podemos, Irene Montero, ha criticado la actuación policial llevada acabo la noche del sábado en Valencia, tras la manifestación por la DANA que pedía la dimisión del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.
«¿Quién ha tomado la decisión de ordenar cargas contra un pueblo que pide justicia? », se ha preguntado Montero en un mensaje en la red social X, en el que añade que «el Estado está para hacer frente a la catástrofe, no para pegar palos». «Vergüenza», zanja la dirigente morada, en un tuit que implícitamente apunta hacia la Delegación del Gobierno en la región.
La protesta multitudinaria congregó a 130.000 personas, según, precisamente, esa institución dependiente del Ejecutivo de Pedro Sánchez. En la misma, convocada por entidades nacionalistas valencianas, pancatalanistas y de extrema izquierda, se pidió la dimisión, o incluso la pena de cárcel para Mazón, pero no fueron pocas las personas que protestaron en general contra la gestión de los gobiernos central y autonómico o que, directamente, situaron como máximo responsable al también secretario general del PSOE.
En todo caso, el grueso de los manifestantes mantuvo en todo momento una actitud completamente pacífica y fueron apenas un puñado de radicales los que cometieron actos violentos. Al comienzo de la protesta, en la plaza del Ayuntamiento, varios lanzaron bengalas contra el Consistorio, lo que provocó una primera carga ya antes de que los asistentes comenzaran a desfilar hacia el Palacio de la Generalitat.
Fue en las inmediaciones del palacio gótico, cuya fachada fue completamente vandalizada, y de la Catedral donde se produjeron los peores disturbios, pasadas tres horas desde el inicio de la protesta. En este punto varios encapuchados acorralaron a los agentes antidisturbios de la UIP de la Policía Nacional, a los que atacaron con palos, cepillos, vallas y contenedores ardiendo. Según la eurodiputada, estos radicales serían «un pueblo que pide justicia».
Por estos hechos, cuatro personas, pertenecientes a grupúsculos de extrema izquierda, han sido detenidas y 31 agentes del CNP han resultado heridos.