Emprender viviendo en el medio rural: la solución de dos pueblos de Castellón para atraer nuevos vecinos

La llamada España vaciada sigue haciendo un llamamiento para intentar conseguir nuevos habitantes en los pequeños municipios del interior. Durante los últimos años se han visto diferentes iniciativas para intentar repoblar de familias estos municipios, ofreciendo incentivos como viviendas o locales gratuitos o incluso una remuneración económica.

Actualmente, dos localidades de la provincia de Castellón se suman a este reclamo y anuncian una nueva oportunidad para atraer vecinos. Se trata de Castellnovo y Forcall, que participan en el reto de emprender y vivir en el interior que organiza Holapueblo.

La plataforma de Redeia, Ikea y AlmaNatura que lucha contra la despoblación ha iniciado la quinta edición de su proyecto para conectar a personas con ganas de vivir y emprender en el medio rural con pueblos con baja densidad de población, generando así actividad económica y social.

La iniciativa pone en el escaparate a 100 pueblos de España, cuyo único requisito para participar es tener menos de 5.000 habitantes, como es el caso de Castellnovo y Forcall, que son los únicos de la provincia de Castellón.

Doble objetivo: población y economía

El objetivo para los pueblos participando en esta iniciativa es doble: por un lado, que ganen población y por otro, que regeneren su tejido empresarial y reactiven su economía gracias a la puesta en marcha de negocios por parte de los nuevos habitantes.

La función de Holapueblo es la de ayudar a estos ayuntamientos a definir e implementar estrategias contra el reto demográfico y de desarrollo rural. La plataforma les forma en cuestiones muy concretas, entre ellas, cómo fijar población, cómo atraer nuevos vecinos o cómo acogerles.

Esta iniciativa también funciona como gancho, poniendo en contacto a las administraciones con familias interesadas en trasladar su residencia y emprender un negocio en el municipio en cuestión.

Además, otro beneficio para los municipios que acceden a la convocatoria de Proyectos Reactivadores, es que Holapueblo revitaliza dos instalaciones municipales mediante diseño de interiores, dotación de mobiliario y un plan de dinamización del espacio que lo ponga al servicio de la población.

El proyecto ya está en marcha y algunos de los municipios participantes se han convertido en un polo de atracción para nuevas familias, como es el caso de Tragacete, municipio de Cuenca, que ya ha ganado 14 habitantes.

Por este motivo, el municipio conquense acogió los días 5 y 6 de noviembre el primer encuentro de Holapueblo, que reunió a ayuntamientos y familias participantes en las anteriores ediciones, y congregó a administraciones públicas, empresas, entidades sociales y personas comprometidas con el desarrollo rural.

La fórmula para la repoblación

Este proyecto está viendo buenos resultados y es por eso que muchos municipios deciden unirse a la iniciativa de la plataforma. Las pequeñas localidades en riesgo de despoblación, de las cuales Castellón cuenta con multitud, están intentando probar diferentes incentivos hasta encontrar la fórmula que funcione para atraer vecinos.

Por desgracia, no todos los incentivos funcionan. El llamamiento masivo para atraer a niños y familias a zonas del interior, favoreciendo la escolarización a cambio de un beneficio económico y laboral que se hacía durante los últimos años en algunos municipios castellonenses, llega a su fin.

Estas pequeñas localidades habían apostado por esta estrategia de repoblación otorgando beneficios como chollos de viviendas, locales gratuitos, puestos de trabajo o incluso remuneración económica mensual por niño escolarizado, pero al no estar viendo realmente sus frutos y comprobar que muchas familias pasado un tiempo abandonan y vuelven a las ciudades, han tenido que buscar otros caminos para luchar contra la despoblación.

Este es el caso de Portell, uno de los municipios principales de la comarca de Los Puertos, que ofrecía casa y empleo por 50 euros al mes, que consiguió salvar su escuela con esta estrategia, pero con el paso de los años ha vuelto a la situación inicial. Según confirmaron a este diario desde el Consistorio, el curso pasado empezó con cinco alumnos y terminó con tres porque una de las familias que acudió por la compensación económica decidió marcharse.