Placas fotovoltaicas de la empresa Statkraft en El Rancho, Andalucía

Placas fotovoltaicas de la empresa StatkraftStatkraft

Malestar en Castellón por una megaplanta solar como 390 campos de fútbol: «Es una agresión al mundo rural»

Los agricultores denuncian que la empresa de energía renovable encargada del proyecto ofrece precios por debajo del mercado a los propietarios de las tierras de cultivo

La nueva gran planta fotovoltaica que se implantará en la comarca de la Plana Baja de Castellón afectará a más de 280 hectáreas de tierras de cultivo, muchas de ellas en suelo útil de regadío con gran valor agroecológico, lo equivalente a unos 390 campos de fútbol. La empresa Arada Solar instalará casi 339.000 módulos fotovoltaicos en 570 parcelas en los términos municipales de la Vall de Uxó, Chilches y Moncófar que supondrán 77,1 hectáreas de paneles.

La Unió Llauradora, la organización de ámbito autonómico que representa todas las comarcas valencias para dar respuesta a las necesidades del sector agrícola, ha peleado desde el minuto uno para que este proyecto no saliese adelante. Ahora, la organización está aportando su grano de arena asesorando a todas aquellas personas afectadas por la construcción de la planta.

Precios por debajo del mercado

Arada Solar, la empresa promotora, es la filial de la multinacional noruega de renovables Statkraft, quien ya se ha encargado de proyectos similares en otros puntos de España. La compañía apuesta por llegar a acuerdos con los propietarios a través de contratos de compra-venta o de alquiler de las tierras, pero con unos precios muy bajos que varían en función de si son en propiedad o en arrendamiento, según han informado desde La Unió.

Para los propietarios se ofrecen 2.500 €/hanegada, que aumentan hasta los 2.800 si se trata de cítricos. En cambio, en el caso del alquiler, se plantea una renta anual de 150 €/hanegada que sube hasta 650 € para cítricos y una prima a la firma de 200 €/ha. Son precios, según la organización, que se sitúan por debajo de lo que viene marcando como justiprecio el Jurado Provincial de Expropiaciones de Castellón en los últimos procesos expropiatorios de tierras de cultivo por la zona, ya que prácticamente duplican los de Arada Solar.

«Un agricultor con ese dinero que le ofrecen es complicado que pueda comprar otro terreno cerca y acometer las inversiones necesarias para llevar a cabo un nuevo proyecto agrario», aseguran desde La Unión.

«Daño a los agricultores»

La organización muestra de nuevo su oposición en un comunicado ante la grave pérdida de superficie agraria y «el daño que se le provoca a unos agricultores que han hecho, junto a las Administraciones, una importante inversión en sus campos, también con modernización de regadíos, y que ahora verán como ese esfuerzo queda en entredicho».

Tierras donde se ubicará el proyecto Arada Solar

Tierras donde se ubicará el proyecto Arada SolarLa Unió

Como han explicado en el comunicado, en caso de llevarse a cabo este proyecto se perdería una importante zona de cultivo agrícola y en consecuencia se verían afectadas en gran medida las entidades de riego que suministran el agua a la zona planteada, y dada la gran extensión en la que se pretende actuar, puede llegar a provocar la inviabilidad de la actividad que desarrollan y su desaparición como colectivo de riego.

Además de la implantación de las más de 330.000 placas, se contempla la construcción de una nueva subestación eléctrica donde evacuará la planta mediante una línea de media tensión de casi 18 kilómetros de longitud, que atravesará los términos de más municipios castellonenses como la Vall de Uxó, Nules, Burriana, Alquerías, Villarreal y Bechí.

Aniquilan la forma de vida de las personas que tienen su proyecto vital en estas zonasLa Unió de Llauradors

La Unió insiste en que está a favor de las energías renovables, pero «implantadas de una forma racional, sostenible, aprovechando zonas no productivas, polígonos, etc.». Insiste una vez más en que se priorice el autoconsumo energético en lugar de construir grandes plantas fotovoltaicas que «destrozan el territorio rural y que ponen en peligro una importante superficie de terrenos agrícolas en plena producción, además de aniquilar la forma de vida de las personas que tienen su proyecto vital en estas zonas».

La organización apuesta por potenciar el autoconsumo en los tejados de las zonas urbanas, en los polígonos industriales, en zonas degradadas y en infraestructuras o edificios de propiedad pública en las zonas demandantes de energía para no destruir el territorio rural.

La concentración de instalaciones fotovoltaicas en grandes plantas ubicadas en suelo agrícola o forestal es «una clara agresión al mundo rural ya suficiente abandonado y despoblado», han destacado en un comunicado. «Nos quieren imponer grandes proyectos fotovoltaicos sin ningún tipo de racionalidad cuando habría que acercar la producción energética a las grandes áreas urbanas e industriales de consumo, con el objetivo de evitar las pérdidas y el impacto del transporte de la energía a grandes distancias a través de las vías de evacuación que también afectan durante kilómetros a zonas de actividades rurales de interés», ha señalado Carles Peris, secretario general de La Unió.

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