Un marroquí se enfrenta a 17 años de cárcel por intento de asesinato con una katana: «Me falta un brazo»

La sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón juzgará a un hombre de origen marroquí por un delito de asesinato en grado de tentativa y otros dos de amenaza, que podrán costarle hasta 17 años de cárcel. Ayer comenzó el juicio, donde se interrogó al acusado y a la víctima por los hechos sucedidos en la localidad de Vinaroz, cuando se produjo el ataque con una katana.

Sentado en el banquillo de acusados, el hombre negó categóricamente haber estado en ese momento en Vinaroz cuando se produjo el ataque, según las declaraciones del interrogatorio publicadas por el periódico Mediterráneo. El susodicho alegó que estaba en la localidad de Mataró, Barcelona, y sí admitió haber estado en el municipio castellonense donde reside su hermana, en un incidente posterior. «Estábamos en la calle y vino a por nosotros un coche en el que iban varias personas. Querían atropellarnos y me salvé porque me subí a un portal», declaró el acusado.

Por otro lado, la víctima ofreció una versión muy distinta. Según su testimonio, la noche del ataque estaba fumando en la puerta de un bar y se quedó mirando al acusado al confundirlo con otra persona. «De repente, empezó a gritarme que qué miraba, a insultarme en árabe. Yo le dije que lo había confundido con otro chico y dijo que iba a matarme».

«En cosa de cinco minutos, esa misma persona entró en el local con un pasamontaña y una katana. Rompió la puerta y me acorraló. Me dio con intención de matarme y yo me protegí con mi brazo izquierdo», contestó la víctima, a preguntas del Ministerio Fiscal. «Me pegó un corte jamonero en el brazo y la carne cayó al suelo».

El afectado, que acabó siendo trasladado y operado en el hospital, admitió que, aunque le cogieron piel de una pierna para hacerle los injertos, «todavía me falta un trozo de brazo».

«Dijo que volvería a matarlo»

La víctima aseguró que reconoció al atacante mediante unas fotos en el cuartel de la Guardia Civil, donde le aseguraron que el individuo que señaló ya no estaba por aquí. «Pero yo sabía que sí, así que salí en coche para ver si lo veía. Cuando lo descubrimos, sacó una navaja o algo así que tenía escondida en un portal. Yo lo que quería era grabarlo en vídeo y enseñárselo a los agentes», alegó en sus declaraciones.

Además de esas acciones, hubo una tercera ocasión en la que la víctima y el acusado volvieron a coincidir, por la que se le imputan los delitos de amenazas. El denunciante también sostuvo que el procesado lo esperó debajo de su casa, en la localidad vecina de Benicarló, y lo persiguió por la calle con una navaja.

En el juicio declararon también varios amigos y familiares del afectado, quienes corroboraron el ataque con la katana y reconocieron en sala al acusado de tentativa de asesinato. «La primera vez, dijo que volvería para matarlo» o «lo atacó con un gran cuchillo que trajo al pub» fueron algunas de las manifestaciones de los testigos en el juicio en la Audiencia Provincial.