Canadá, Alemania, Egipto... los inesperados lugares donde se celebran las Fallas más allá de Valencia

«En Argentina, en Venezuela, en México... habrá un grupo de valencianos que, ante el asombro y la incomprensión de toda una ciudad, en una plaza del extrarradio, en un patio humilde o en algún solar abandonado, amontonen cuatro muñecos mal hechos y los quemen en la noche del 19. Los que por allí pasen preguntarán: ¿Y eso qué es? Es una falla. ¿Y qué es una falla? Y el valenciano de ultramar responderá con una sonrisa triste: una falla es esto, es Valencia». Estas palabras, que sirven para introducir la exposición Falles pel món de la Diputación de Valencia, las pronunció Chicho Ibáñez Serrador en su discurso como mantenedor de la fallera mayor de la Plaza del Pilar en el año 1970.

La abuela valenciana (natural del Cabañal) del popular cineasta, realizador de televisión y director teatral transmitió a Chicho esa esencia fallera que a lo largo de los siglos ha cruzado fronteras, y que hoy sigue muy viva en distintos rincones de España y al otro lado del charco. Ese recorrido fallero por el planeta tierra es la nueva propuesta expositiva de la Diputación de Valencia, que podrá visitarse en la Sala de Reinas de la institución provincial hasta el próximo 26 de marzo, de 10 a 14 y de 16 a 20 horas, según ha explicado la administración provincial en un comunicado de prensa.

El diputado responsable de Patrimonio, Ricardo Gabaldón, destaca de la muestra «el potencial de unas imágenes que nos trasladan a los distintos rincones de España que celebran las Fallas y a países de todo el mundo, algunos muy lejanos, donde es increíble presenciar escenas como el desfile que realizó la falla el Turia en 1960 en el cruce de las avenidas de Mayo y 9 de Julio de Buenos Aires, el centro neurálgico de una gran ciudad que celebraba el bicentenario de la República Argentina».

Precisamente Argentina es uno de los países que han vivido y viven con mayor intensidad la fiesta valenciana. La Falla Mar de Plata cumplió 70 años en 2024 y reúne a 100.000 personas en la Cremà, con buñolería incluida y buñuelos de calabaza y chocolate. El actual artista fallero es el nieto de Josep María Mas, hermano de Regino Mas, uno de los iconos del arte fallero. También Buenos Aires celebró con fervor las Fallas, durante más de 70 años y con Juan Domingo Perón prendiendo la mecha de alguna que otra Cremà. Aún conservan el casal fallero. El caso de san Juan es igualmente curioso, porque además de tener más de 2.000 socios en la Casa de Valencia, donde se llegaron a impartir cursos de valenciano, cuentan con el único trinquet en el mundo fuera de nuestro territorio.

Más curiosidades. En las Fiestas de Primavera de Port Said, en Egipto, se mantiene la tradición de montar unos ninots en clave satírica, con carga política, que se queman a escondidas. La práctica la llevaron a tierras egipcias los valencianos que ayudaron en la construcción del Canal de Suez en el siglo XIX, y nada tiene que ver con las muñecas hechas por los niños para invocar las buenas cosechas. De Egipto a México, donde se plantó falla entre 1961 y 1975, con carteles de los artistas valencianos Josep Renau y Manuela Ballester, a la que la Diputación y la Universidad homenajean con una exposición actualmente abierta en Onteniente. Y en Colombia encontramos en la actualidad un taller del artista fallero Toni Fornés.

Las fallas, que surgieron a finales del siglo XVIII en la ciudad de Valencia, están vinculadas en origen a la fiesta del Gremio de Carpinteros, en torno a su patrón, san José. También a los fuegos universales que anuncian la primavera. En el siglo XIX, su popularidad es enorme y cada año se plantan más fallas, construidas libremente por grupos de vecinos. A finales de siglo son ya la fiesta grande de la ciudad y comienzan a organizarse con ayuda del Ayuntamiento de Valencia, que las reglamenta y premia para tener un mayor control de la fiesta.

En ese momento las fallas inician su expansión por el territorio valenciano. Alcira, Játiva, Gandía, Sagunto, Cullera y Torrente fueron las ciudades pioneras. Durante el siglo XX, se plantan por centenares de ciudades y pueblos de la Comunidad, entre ellos Benicarló, Burriana, Vall de Uxó, Almenara, Elda, Denia, Calpe, Pego y Benidorm. En paralelo, las fallas se despliegan por ciudades españolas como Gavá, Calviá, San Antonio Abad, Barcelona, Tarragona, Gerona, Madrid, Getafe, Alcalá de Henares, Zaragoza, Oviedo, Gijón, Sama de Langreo, Salamanca, Burgos, La Coruña, Sevilla, Mancha Real o Melilla.

Fuera de nuestras fronteras, existe documentación de la huella fallera en Buenos Aires, Mar de la Plata, San Juan, Mendoza, San Román y Córdoba (Argentina); Montevideo (Uruguay); Santiago (Chile); México D.F. (México); Bucaramanga (Colombia); Caracas (Venezuela); Atlanta, Los Ángeles y Nevada (EE. UU.); Montreal (Canadá); Paris, Amiens, Leucate y Perpiñán (Francia); Andorra la Vieja (Andorra); Maguncia y Kassel (Alemania); Amberes y Bruselas (Bélgica); Florencia y Valmonte (Italia); Notthingam y Lancaster (Reino Unido); Mie (Japón); Shanghái (China); Yedda (Arabia Saudí); y Bamako (Mali).

El presidente de la Diputación, Vicent Mompó, anima a los valencianos, y a las personas que visitan la ciudad estos días, a «descubrir la grandeza y la universalidad de las Fallas tanto en las calles de la ciudad y los pueblos como en propuestas culturales como esta exposición que ayuda a entender la fiesta y su magnitud». «El fallerisme’es una forma de ser y de afrontar la vida que forma parte de nuestras señas de identidad, un patrimonio que protegemos y difundimos cada día desde esta institución», concluye Mompó.