Armada española  Las cifras de impacto de la fragata F-110: 4.320 millones de inversión, 500 empresas y 9.000 empleos

A principios de marzo arrancó en Ferrol la fabricación de la primera fragata F-110, la fragata española del futuro. En realidad, hablamos de un futuro cercano, ya que está previsto que la Armada reciba el primero de los buques en 2027. Dichas fragatas incorporan unas enormes capacidades tecnológicas que las convertirán en verdaderas «estrellas» de la Armada, y estarán dotadas con una gran potencia antiaérea, antisuperficie y antisubmarina. Pero no solo se trata de un programa fuera de serie en cuanto a complejidad técnica. Los datos económicos facilitados por Navantia dan una idea de la magnitud del proyecto. En primer lugar, contará con una inversión directa de 4.320 millones de euros; supondrá más de 20 millones de horas de trabajo y generará 9.000 empleos hasta el año 2031, incluyendo los puestos de trabajo inducidos por la actividad económica generada. En el programa trabajan 500 empresas de toda España. Destaca el alto grado de nacionalización, ya que casi el 65 por ciento de los pedidos realizados hasta enero de 2022 son de suministradores españoles. Se estima asimismo que supondrá 437 millones de euros de aportación directa al PIB. El impacto sobre la demanda agregada se estima en 1.300 millones de euros. Cada euro de facturación de Navantia genera 1,01 euros de PIB, según las previsiones de la empresa.

Hay que subrayar que casi dos tercios de los equipos de la F-110 son españoles, todos ellos integrados en una fragata que se sitúa en un muy alto nivel tecnológico». En este sentido, la división de Sistemas de Navantia es suministrador de numerosos sistemas, entre ellos el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el Sistema de Ciberseguridad, el de Comunicaciones y el sistema de combate Scomba, un desarrollo de la compañía española que refuerza la «soberanía estratégica». La F-110 ofrece además posibilidades de exportación: en el caso de la F-100 se generaron contratos de exportación por el mismo importe que había supuesto el presupuesto del programa. Navantia subraya en este aspecto que se trata de un «producto muy competitivo» debido a la automatización de procesos y a una circunstancia sui generis: la modularidad de la F-110.

Otro aspecto importante de este megaproyecto es que la F-110 se ha convertido en la palanca del Plan de Transformación Digital de Navantia en el astillero de Ferrol, al impulsar un nuevo ecosistema digital. «El astillero, que está ya en proceso de convertirse en un centro de producción «papeles cero», contará con una nueva Fábrica Digital de Bloques que supondrá una inversión de 100 millones de euros», informa Navantia. Se trata de una fábrica totalmente digitalizada, automatizada y robotizada, incluyendo maquinaria de tecnologías avanzadas. En esta nueva línea de fabricación se sustituye el proceso de soldadura tradicional por tecnología láser híbrida.

Tras el corte de chapa, que tuvo lugar el 6 de marzo pasado, el siguiente gran hito tendrá lugar dentro de un año y medio. Será entonces cuando se lleve a cabo la puesta de quilla en la grada. Si todo se desarrolla según lo previsto, tal y como informó El Debate, la Armada recibirá el primero de los buques en febrero de 2027 y el último, en agosto de 2031.

Las F-110 sustituirán a las fragatas F-80 de la clase Santa María y llevarán el nombre de marinos ilustres: La F-111 será Almirante Bonifaz; la F-112, Roger de Lauria; la F-113, Menéndez de Avilés; la F-114, Luis de Córdova, y la F-115, Barceló.