Armada española
Los S-80, las nuevas fortalezas submarinas, reciben una fuerte inyección económica
Un fuerte inyección económica para dos importantes proyectos del Ministerio de Defensa. Es la decisión que ha adoptado el Gobierno para seguir adelante con los submarinos de la clase S-80, actualmente en fase de construcción, y los helicópteros NH-90. En el primero de los casos, se trata de mantener la operatividad del Programa de submarinos S-80, por lo que se hace necesario el incremento de recursos financieros para las «necesidades de sostenimiento o asistencia técnica, así como infraestructura», unidas a la obligada transición al Apoyo Logístico 4.0 de la Armada.
El más avanzado de los submarinos de esta clase es el S-81 Isaac Peral, que está a punto de ser entregado a la Armada española. A finales del pasado mes de marzo, el submarino S-81 superó con éxito uno de los últimos hitos que tiene que pasar antes de su entrega a la Armada española, prevista para el segundo semestre del año: la inmersión estática.
El S-81, primer submarino de diseño y construcción españoles, fue puesto a flote en mayo de 2021, tras una ceremonia presidida por el Rey Felipe VI y la Princesa de Asturias como madrina del buque.
Navantia prosigue mientras con la construcción de los otros tres submarinos de la serie. La primera unión del casco resistente del segundo submarino de la serie 80, el S-82 Narciso Monturiol se ha realizado ya en el astillero. Su entrega se prevé en diciembre de 2024. El S-83 Cosme García está previsto para octubre de 2026 y el S-84 Mateo García de los Reyes para febrero de 2028.
En cuanto a los helicópteros, el Gobierno ha atendido la necesidad de sostenimiento en la fase 2 del programa NH-90 para incluir los siguientes conceptos:
- Apoyo logístico inicial por incluirse por primera vez siete NH-90 MSPT para la Armada, estando previstas las entregas en periodo 2024-2027.
- Repuestos iniciales necesarias (IRSPL) para la adecuada entrada en servicio de 23 helicópteros NH-90, principalmente en lo que se refiere a la Armada.
En concreto, partiendo de los nuevos compromisos a adquirir, y teniendo en cuenta las retenciones de crédito ya existentes, se obtiene el siguiente cuadro resumen de necesidades totales: