
Carlos Echeverría, director del Observatorio de Ceuta y Melilla
Entrevista | Carlos Echeverría, director del Observatorio de Ceuta y Melilla
«Lo primero que tiene que hacer España en relación con Marruecos es mantener su capacidad de disuasión»
El director del Observatorio de Ceuta y Melilla denuncia las estrategias híbridas de Marruecos para debilitar la posición española
Carlos Echeverría, presidente del Observatorio de Ceuta y Melilla, acredita un amplio currículum relacionado con la seguridad y la geoestrategia. Echeverría es Profesor de Relaciones Internacionales en la UNED desde 2000 y especialista en Seguridad y Defensa. También enseña sobre terrorismo en la Facultad de Derecho de la UNED desde 2019 y ha sido Subdirector del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado (2018-2022). Colabora con el CESEDEN desde 1987 y se especializa en seguridad regional (Mediterráneo, Oriente Medio y África), islamismo y terrorismo yihadista. Dirige además el Observatorio de Ceuta y Melilla, lo que le valió la Medalla de Oro de Melilla en 2024.
El Observatorio nació en 2020 dentro del Instituto de Seguridad y Cultura con el objetivo de llenar un vacío en el estudio de estos territorios y su relación con España, Marruecos y la Unión Europea. Su propósito no es solo académico, sino también de concienciación y divulgación, con el fin de transmitir la importancia estratégica y política de estas ciudades autónomas tanto a los responsables de la toma de decisiones como a la ciudadanía.
Desde su creación, el Observatorio ha elaborado informes y ha promovido actividades de divulgación en medios de comunicación y mesas redondas. Además, ha buscado conectar con personas dentro y fuera de Ceuta y Melilla que comparten la visión de que es necesario «arrimar el hombro» en la defensa de estos territorios, pues considera que su existencia como herramienta de análisis y alerta «es algo que tendría que haberse creado hace años y no se había creado».

Carlos Echeverría, director del Instituto de Ceuta y Melilla
Además, destaca que Marruecos ha estado aplicando medidas de presión sobre estas ciudades, como el cierre sorpresivo de la aduana de Melilla en 2018 y el posterior cierre de fronteras con la excusa de la pandemia. Aunque actualmente se han reabierto las fronteras y se ha anunciado una aduana en Ceuta y la reapertura de la de Melilla,Echeverría advierte que «no son aduanas internacionales al uso, sino realidades sometidas a los caprichos de Marruecos». Por ello, considera que hace falta «más compromiso del Estado, más proyección en Europa y más pedagogía entre la ciudadanía» en un contexto en el que Marruecos está adoptando «una proyección exterior particularmente ambiciosa».
Marruecos y su creciente influencia
El director del Observatorio reconoce que Marruecos lleva años fortaleciendo su aparato de seguridad y su política exterior y de defensa. Sin embargo, lo que le parece más preocupante es el aumento de su ambición en relación con su vecindario, no solo con España, sino también con Argelia, el Sáhara Occidental y su proyección en África y el mundo árabe. Explica que Marruecos ha sabido aprovechar la coyuntura internacional, como la incertidumbre política en EE.UU. y la guerra en Ucrania, para reforzar su posición. «Ahora está acelerando su ambición», advierte.
El fortalecimiento de Marruecos se basa en una estrategia de alianzas y apoyos, como su relación privilegiada con EE.UU. y su reciente acercamiento a Israel. Sin embargo, insiste en que España debe centrarse en su propia capacidad de disuasión: «Lo primero que tiene que hacer España en relación con Marruecos es mantener su capacidad de disuasión. Eso es lo esencial».

Carlos Echeverría, director del Instituto de Ceuta y Melilla
Sobre la posibilidad de que Ceuta y Melilla sean protegidas por la OTAN en caso de una agresión, aclara que «con arreglo al tratado vigente, no», aunque considera que la verdadera clave es que España transmita su propia capacidad de disuasión antes de depender de aliados externos. Explica que la discusión sobre la cobertura de la OTAN es un debate politizado que en ocasiones parece favorecer los intereses marroquíes, ya que «Marruecos lo que le interesa es que la imagen de las ciudades, los peñones y las Chafarinas sea la de unos territorios que no dan nada más que problemas y que generan inquietud y preocupación». Además, recuerda que modificar el Tratado del Atlántico Norte para incluir explícitamente a Ceuta y Melilla sería un proceso farragoso y políticamente arriesgado.
Estrategias híbridas de Marruecos
El Observatorio ha analizado en profundidad las estrategias híbridas de Marruecos, describiéndolas como tácticas que no llegan a ser una agresión militar directa, pero que buscan debilitar la posición española y avanzar en su reclamación sobre los territorios. Uno de los ejemplos más evidentes fue la crisis migratoria de 2021 en Ceuta, que Echeverría califica como «un tanteo» de Marruecos para medir la reacción española e internacional, similar a lo que ocurrió con la ocupación de la isla de Perejil en 2002.
Otro caso de estrategia híbrida es la redefinición unilateral de los límites marítimos por parte de Marruecos en 2020, lo que afecta especialmente a Canarias y a los recursos submarinos del monte Tropic. También menciona el uso de los flujos migratorios como herramienta de presión, especialmente con embarcaciones que parten del Sáhara Occidental, lo que implícitamente busca que España y la UE acepten de facto el control marroquí sobre ese territorio.
La presencia militar en Ceuta y Melilla
El entrevistado considera que la presencia militar en Ceuta y Melilla es esencial como «manifestación de la soberanía», y destaca que la visibilidad de las Fuerzas Armadas en estos territorios es un factor clave en la política de disuasión. También valora positivamente el aumento de la presencia naval en el Mar de Alborán en los últimos años.
Sin embargo, señala que la defensa de estos territorios no debe depender únicamente del ámbito militar, sino también de una estrategia política clara que refuerce su imagen y seguridad. En este sentido, critica que en España todavía haya sectores que no terminan de defender con firmeza la soberanía sobre Ceuta y Melilla: «Hay españoles que están despistados y otros, lamentablemente, que están jugando peligrosamente con la definición de sus territorios».
La historia de Melilla y su conmemoración
En el contexto del 250 aniversario del levantamiento del sitio de Melilla, el entrevistado señala que la historia de la ciudad no es suficientemente conocida, lo que permite que Marruecos intente «reescribir la historia». Considera que conmemorar este tipo de eventos es clave para reforzar la identidad y soberanía de la ciudad, al igual que debería ocurrir con la celebración del desembarco de Alhucemas, una operación militar clave en la guerra del Rif.
Sin embargo, lamenta que el Gobierno español haya decidido no conmemorar el desembarco de Alhucemas, interpretando esto como un intento de evitar tensiones con Marruecos. En su opinión, esta actitud refleja una tendencia en España a evitar ciertos temas por razones diplomáticas, lo que considera un error: «Deberíamos ser más maduros. No es arrogancia ni es destapar lo que no hay que destapar. Es historia, y la historia hay que contarla».
En conclusión, Carlos Echevarría insiste en que España debe asumir con claridad su compromiso con Ceuta y Melilla, tanto en términos políticos como en defensa y divulgación. Subraya que Marruecos continuará utilizando estrategias híbridas para debilitar la posición española, por lo que es imprescindible mantener una actitud firme y proactiva.