Fuerzas Armadas  B-52H: el poder nuclear de los superbombarderos estadounidenses en Europa

Después de un mes de operaciones en Europa, la Bomber Task Force 25-2 (BTF 25-2) ha concluido su despliegue, con los Knighthawks del 69º Escuadrón de Bombarderos regresando a su base en Minot, Dakota del Norte. Durante esta misión, cuatro bombarderos estratégicos B-52H Stratofortress participaron en ejercicios conjuntos con diversas fuerzas aéreas aliadas, reforzando la interoperabilidad de la OTAN, según ha informado el NATO Air Comand.

El 11 de febrero de 2025, los B-52H aterrizaron en la base de la RAF Fairford, Reino Unido, junto con 224 efectivos. Durante su despliegue, estos superbombarderos llevaron a cabo maniobras con fuerzas aéreas de Bulgaria, Croacia, Francia, Finlandia, Italia, Países Bajos, Rumanía, Suecia, Turquía y el Reino Unido. La integración con estas naciones permitió mejorar tácticas y procedimientos, consolidando la capacidad de respuesta ante posibles amenazas globales.

El B-52H Stratofortress es uno de los bombarderos estratégicos más icónicos de las fuerzas norteamericanas. Introducido en la década de 1950, este longevo gigante de la aviación ha sido continuamente modernizado. Se trata de un bombardero pesado de largo alcance capaz de realizar diversas misiones. Es capaz de volar a altas velocidades subsónicas a altitudes de hasta 50.000 pies (15.166,6 metros). Puede transportar munición nuclear o convencional guiada con precisión, con capacidad de navegación de precisión a nivel mundial, según ponen de manifiesto los datos de la US Air Force.

En un conflicto convencional, el B-52 puede realizar ataques estratégicos, apoyo aéreo cercano, interdicción aérea, operaciones ofensivas antiaéreas y marítimas. En dos horas, dos B-52 pueden monitorizar 364.000 kilómetros cuadrados (140.000 millas cuadradas) de superficie oceánica. El uso del reabastecimiento en vuelo le da al B-52 un alcance limitado únicamente por la resistencia de la tripulación. Tiene un alcance de combate sin reabastecimiento de más de 8.800 millas (14.080 kilómetros).

Según establece la Fuerza Aérea norteamericana, todos los B-52 pueden equiparse con dos sensores de visión electroóptica, un infrarrojo frontal y módulos de orientación avanzados para optimizar la orientación, la evaluación de la batalla y la seguridad del vuelo.

Los B-52 están equipados con cápsulas de selección de objetivos avanzadas. Estas cápsulas se utilizan para la detección de objetivos a largo alcance, identificación y vigilancia continua para todas las misiones, incluido el apoyo aéreo cercano a las fuerzas terrestres. Esta avanzada tecnología aumenta significativamente la efectividad en combate del B-52 durante el día, la noche y en condiciones climáticas adversas «al atacar objetivos terrestres con diversas armas de distancia de seguridad (p. ej., bombas guiadas por láser, bombas convencionales y armas guiadas por GPS)».

El B-52A voló por primera vez en 1954 y el modelo B entró en servicio en 1955. Se construyeron 744 B-52, y el último, un B-52H, se entregó en octubre de 1962. El primero de los 102 B-52H se entregó al Comando Aéreo Estratégico en mayo de 1961. El modelo H puede transportar hasta 20 misiles de crucero lanzados desde el aire. Además, puede transportar misiles de crucero convencionales lanzados en diversas contingencias, desde la Operación Tormenta del Desierto en la década de 1990 hasta la Operación Resolución Inherente en 2016.

El despliegue del BTF 25-2 ha sido considerado un éxito rotundo por el teniente coronel Joseph Cangealose, comandante del 69.º Escuadrón de Bombardeo. «Todos y cada uno de los aviadores aquí presentes han demostrado ser la fuerza profesional y letal que caracteriza al 69.º Escuadrón», afirmó.

«Durante la misión, los Knighthawks acumularon cientos de horas de vuelo, brindando oportunidades de entrenamiento conjunto con aliados», subraya NATO Air Command. Estos ejercicios se consideran esenciales para mejorar la coordinación táctica y operativa en un entorno de seguridad cada vez más complejo.

Los despliegues rutinarios de bombarderos estratégicos estadounidenses tienen como objetivo consolidar la relación estratégica entre EE.UU. y sus aliados. El B-52H es un símbolo del poder aéreo estadounidense, pero también una herramienta clave en la doctrina de disuasión nuclear. Su capacidad para transportar armas nucleares y su alcance intercontinental lo convierten en una pieza fundamental en la estrategia de seguridad de EE.UU. y la OTAN.