Pedro Sánchez y la Ejecutiva Federal del PSOE en la reunión de este lunes

Pedro Sánchez y la Ejecutiva Federal del PSOE en la reunión de este lunesEugenia Morago/ PSOE

El PSOE intenta convencer y convencerse de que la amnistía no ha influido en el desastre gallego

Sánchez mira para otro lado y los socialistas culpan a la falta de tiempo y hasta al BNG por no rentabilizar el trasvase de votos socialistas. Pero desde los territorios piden autocrítica a Ferraz

Pedro Sánchez no se da por aludido. O no quiere darse. Tras una primera lectura del resultado de las elecciones gallegas, en la Moncloa y Ferraz niegan que la amnistía y el resto de las cesiones a independentistas y nacionalista haya influido en el hundimiento de José Ramón Gómez Besteiro y del PSdeG a los nueve escaños. «La amnistía no ha sido un factor que haya definido los resultados electorales. El trasvase de voto ha ido a otro partido que apoya la amnistía (el BNG)», señaló la portavoz del partido, Esther Peña, tras una reunión de la Ejecutiva Federal presidida por el propio Sánchez.

Los socialistas están tratando de recoger los restos del naufragio cuanto antes, para proteger al presidente en un momento crítico: le quedan dos semanas para llegar a un acuerdo con Junts sobre la ley de amnistía o la legislatura correrá el riesgo de descarrilar. Este mismo domingo trascendió que el PSOE ha pedido una prórroga de 15 días para estirar los plazos al máximo. Irónicamente, el grupo parlamentario socialista solicitó tramitar la ley de amnistía por el procedimiento de urgencia allá por el mes de noviembre.

El mensaje que sale de las terminales del PSOE es que los gallegos han votado en clave gallega y que Gómez Besteiro no ha tenido el tiempo suficiente para que su candidatura cuajara. Entre otras cosas, por el adelanto electoral decidido por Alfonso Rueda. «Se ha votado totalmente en términos muy territoriales, con un entorno muy gallego», afirmó la portavoz del PSOE.

Los socialistas están deslizando, sin demasiado disimulo, que la mayor parte de la culpa la tiene el BNG por no haber dado el do de pecho, puesto que mucho votante socialista se decantó por Ana Pontón con la expectativa de un cambio que no ha llegado. «Lo que ha quedado claro es que cuando queremos una alternativa real de cambio la tiene que liderar el PSOE», añadió Peña.

Sin embargo, desde los territorios han empezado a contradecir la estrategia de la dirección nacional, al pedir «autocrítica». El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, demandó a su partido una «reflexión profunda» para evitar que se desate un «ciclón electoral». También fue contundente el líder de los socialistas madrileños, Juan Lobato, que pidió a Ferraz un análisis de los resultados que sea «valiente, sea coherente y nos permita sacar conclusiones a todos y dar pasos para mejorar esta situación». Asimismo, la portavoz del PSOE de Extremadura, Soraya Vega, solicitó respuestas a la dirección nacional. «El resultado ha sido malo, sin paliativos», señaló.

Pero Esther Peña siguió a pies juntillas el argumentario desde Ferraz, restando hierro a la derrota. «En Galicia todo sigue igual. Cuando hay elecciones generales gana el PSOE, con autonómicas el PP y con municipales el PSOE», insistió. «Vamos a iniciar nuevo ciclo electoral en Euskadi, allí nos encontraremos de nuevo», continuó.

No obstante, para el PP esta derrota incontestable del PSdeG tiene todo que ver con los pactos de Sánchez y su dependencia de Carles Puigdemont. Ya lo dijo el domingo el propio Alfonso Rueda: «Galicia ha mandado un mensaje a España: aquí no queremos chantajes». Desde la dirección nacional, tanto Carmen Fúnez como Noelia Núñez exigieron al presidente del Gobierno que retire la ley de amnistía. «Los gallegos han optado por la convivencia y la moderación frente a la política de relatos que dividen y enfrentan», señaló Fúnez.

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