Amancio Ortega cumple 88 años: la clave de su éxito y por qué es el mejor embajador de Galicia

amancio Ortega cumple 88 años. El empresario, destacaba figura los españoles, comenzó como aprendiz en una camisería y se convirtió en el creador de un imperio que se estudia en las principales escuelas de negocios de todo el mundo. El nombre de Amancio Ortega está indisolublemente ligado al de Galicia, punto de partida del mayor grupo textil del planeta por facturación, Inditex, presente en 213 mercados a través de sus siete marcas.

Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home aportaron al grupo una facturación de 32.569 millones en 2022. En 2023, alcanzaron su máximo récord: 5.381 millones. El propio Ortega se convirtió a finales de diciembre en el primer español en superar los 100.000 millones de dólares de patrimonio. Su fortuna, traducida en euros, supera los 91.000 millones, más del doble de lo que acumulan los otros nueve españoles más ricos. Entre ellos su hija, Sandra Ortega, cuyo patrimonio supera los 7.000 millones.

Los dos, junto a su otra hija, Marta, que en 2021 asumió la presidencia del grupo, y cuyo patrimonio alcanza los 80 millones, conforman lo que Forbes llama «el efecto Ortega», convirtiendo a Galicia en la comunidad autónoma con más aportación a la lista anual de las grandes fortunas españolas. Toda una saga familiar cimentada en el éxito del concepto de moda rápida, puesto ahora en cuestión por algunas formaciones políticas.

El nacimiento de un imperio

Nacido en 1936 en la localidad leonesa de Busdongo de Arbas, la profesión ferroviaria de su padre llevaría a la familia a recalar en Guipúzcoa. Su siguiente destino sería Galicia, donde Ortega daría sus primeros pasos en el mundo de la moda.

En 1963 sus apellidos -invertidos- dieron nombre a su primera empresa, el taller de confección GOA

En 1963 sus apellidos –invertidos– dieron nombre a su primera empresa, GOA, un taller de confección que en 1975 derivó en Zara. Su primera tienda abrió en A Coruña, en el número 64 de la calle Juan Flórez. Poco después se reforzaría con un nuevo taller en la cercana Arteixo, convertida desde entonces en epicentro de las operaciones del grupo.

Una década después Zara inició su expansión internacional, con aperturas en Oporto, Nueva York y París. Había nacido un imperio, cimentado en la capacidad de su fundador para detectar y crear tendencias en el mundo de la moda y, sobre todo, para trasladarlas con extrema rapidez a las tiendas. Un proceso para el que Zara necesita apenas tres semanas, cuando sus competidores requerían de varios meses, lo que permitió a la empresa dejar rápidamente atrás a sus competidoras.

Hermético y reacio a dar entrevistas, Ortega pasó a un segundo plano en 2011, dejando las riendas en Pablo Isla, quién una década más tarde las traspasaría a Marta Ortega. Desde entonces centra sus actividades en Pontegadea, su inmenso brazo inversor, a través del cual invierte en energías renovables y en el sector inmobiliario, con importantes propiedades en Madrid (Torre Picasso o la Torre Cepsa), Chicago, Nueva York, Manhattan o Seúl. Mientras su imperio en el mundo de la moda sigue creciendo, ahora en manos de la segunda generación, con Arteixo, en Coruña, manteniéndose como gran capital.