
Estos son los postres tradicionales de Galicia
El carnaval gallego también se celebra en la mesa: estos son algunos de sus dulces tradicionales
El Entroido es una festividad que no solo se vive en las calles, sino también en la mesa y estos dulces dan buena cuenta de ello
El carnaval gallego, conocido como Entroido, es una de sus festividades más emblemáticas que no solo se celebra en las calles sino también en la mesa.
Y es que en Galicia, el carnaval no se entiende sin sus tradicionales dulces, que forman parte de su patrimonio gastronómico. Estos son algunos de los postres más representativos de estas fiestas.
Diez dulces para chuparse los dedos
Las orejas de carnaval, u orellas de Entroido, son uno de los dulces más representativos de esta celebración. Su nombre proviene de la forma que adquiere la masa, similar a la oreja de un cerdo. Su preparación incluye harina, huevo, azúcar, mantequilla y anís, ingredientes que se mezclan para formar una masa fina que se fríe en abundante aceite y se espolvorea con azúcar.
Las rosquillas son otro clásico, con una preparación similar a la de las orejas, pero con forma de anillo antes de freírse. Suelen aromatizarse con anís y cubrirse con azúcar, siendo ideales para el desayuno o como tentempié.
Uno de los postres típicos de Galicia, especialmente del carnaval
Por supuesto, las filloas, consideradas precursoras de los crêpes franceses, no pueden faltar en las mesas gallegas durante los carnavales. Su versión más antigua se elaboraba con sangre, huevo y azúcar o miel, aunque en la actualidad se preparan con harina, agua, caldo o leche. Pero también se pueden disfrutar en versiones dulces, con chocolate, nata o crema.
Las flores de carnaval, por otro lado, deben su forma a un molde de hierro en forma de flor. Se elaboran con una masa de harina, leche, huevo y azúcar, a la que se añade un toque cítrico. Se fríen hasta quedar crujientes y se espolvorean con azúcar glas.
Otra de las opciones para disfrutar de una buena sobremesa son las chulas de calabaza, muy populares en la provincia de Orense. De hecho, en localidades como Xinzo, Verín y Laza, donde se celebran algunos de los carnavales más famosos de Galicia, este postre es imprescindible. Son una especie de panqueques de calabaza, azúcar y harina.
La bolla larpeira, conocida también como tarta Larpeira, es similar al roscón de reyes, pero ésta se bala con un almíbar espeso que le otorga una textura húmeda y dulce, acentuando la esponjosidad de este dulce de sabor a anís y crema.
Los crespillos, parecidos a los buñuelos fritos, se preparan con harina, huevos, leche, azúcar y un toque de anís o coñac. Cada familia tiene su propia receta, ajustando las proporciones para obtener diferentes texturas y sabores. Se fríen hasta dorarse y se sirven espolvoreados con azúcar.
El bandullo es otro postre tradicional, de origen antiguo, que se consumía tanto en carnaval como en Pascua. Su nombre proviene de los bandullos (tripas de animales) que se usaban para su elaboración. Hoy en día, la receta ha evolucionado y se prepara con huevos, azúcar, pan y manteca, aunque también se le incorporan frutos secos
Originarios de Órdenes, en la provincia de La Coruña, los periquitos de carnaval son una variedad de rosquillas con formas diversas, desde pequeños nudos hasta espirales similares a rabos de cerdo. Su masa esponjosa y su intenso sabor a limón los convierten en una opción deliciosa.
Finalmente, la leche frita, aunque menos común en los menús actuales, sigue siendo un clásico del carnaval gallego. Se elabora con una masa cocida a base de leche, harina, azúcar, mantequilla y cáscara de cítricos. Una vez enfriada, se corta en porciones, se reboza en harina y huevo y se fríe hasta dorarse, terminando con un espolvoreado de azúcar y canela.
Estos dulces, llenos de historia y tradición, son el postre perfecto para celebrar el carnaval, acompañados de un buen licor café o una reconfortante queimada.