
El ingrediente que enriquece la cocina gallega
El cereal morado típico de Galicia, desconocido pero vital en varios de sus platos más tradicionales
Su sabor, su color y sus propiedades nutricionales lo convierten en un producto muy valorado en Galicia
En los campos de Galicia crece un alimento que destaca por su singularidad y versatilidad. Este ingrediente ha sido un pilar fundamental en la gastronomía gallega durante siglos.
Su característico color morado oscuro, que lo hace fácilmente identificable, no solo lo convierte en un alimento visualmente atractivo, sino que también lo llena de propiedades nutricionales que lo convierten en un superalimento.
Un ingrediente con muchas propiedades
Se trata del 'millo corvo' o maíz cuervo, en castellano, una variedad del maíz que debe su nombre a su intenso color negro, semejante al plumaje del cuervo (corvo en gallego). Y es precisamente el color morado negruzco de su grano el que le confiere la concentración de antocianinas y antioxidantes naturales con múltiples beneficios para la salud como lo son sus efectos antiinflamatorios.

Maíz Cuervo
Uno de los platos más representativos en los que el maíz cuervo tiene un papel crucial son las filloas de sangre, una especialidad gallega con siglos de tradición.
A lo largo de los siglos, la harina del maíz cuervo también ha sido utilizada en remedios tradicionales y en la elaboración de productos artesanales.
Su origen y resistencia en Galicia
Aunque el maíz cuervo es considerado un alimento autóctono de Galicia, su origen real se encuentra en las antiguas civilizaciones como los mayas, que cultivaban este maíz como un producto sagrado.
Las leyendas de estas culturas incluso atribuyen su color oscuro a fenómenos naturales, como el impacto de un rayo del ‘dios Chac’ que, al golpear una planta de maíz, dejó algunos granos teñidos de fuego y humo.
Este maíz se cultivaba en lugares como Perú, Costa Rica y México, donde los pueblos indígenas lo consideraban un alimento básico en su dieta. Tras la llegada de Cristóbal Colón a América, el maíz se extendió por todo el mundo, aterrizando finalmente en Galicia, donde encontró el clima y los terrenos adecuados para prosperar.
Sin embargo, su historia en Galicia es de resistencia. Y es que ha sido de siempre un cultivo de difícil comercialización debido a su harina oscura, que se asociaba con la pobreza, este maíz comenzó a desaparecer en muchas zonas rurales.
Finalmente, su propia resistencia a las plagas y su capacidad para prosperar en suelos difíciles lo convirtieron en un cultivo muy apreciado por los campesinos gallegos, lo que permitió que no se extinguiera por completo.
Fiesta en su honor de interés turístico
Hoy en día, el maíz de cuervo sigue presente en las cocinas gallegas. Y para muestra una fiesta en su honor.
Cada primavera, la aldea de Meiro, en el municipio de Bueu (Pontevedra), celebra la Fiesta do Millo Corvo, un evento declarado de interés turístico en Galicia desde 2009.
La celebración incluye actividades como rutas etnográficas, demostraciones de la molienda tradicional y, por supuesto, una variada oferta de platos elaborados con este ingrediente como principal. Desde panes y tartas hasta la tradicional queimada, todos los platos celebran la riqueza y la historia de este maíz tan especial.