Un refugiado se convierte en okupa y se niega a irse aunque le perdonen la deuda de 7.000 €
El hombre procede de Ucrania pero se convirtió en refugiado antes de la guerra con Rusia
Un hombre que vive en un piso en pleno centro de Lugo se ha convertido en okupa después de llevar sin pagar el alquiler desde enero del pasado año. Ningún intento por sacarle ha sido efectivo ya que, aunque le han prometido perdonarle la deuda, se niega a abandonar el inmueble.
Según ha explicado el dueño del piso a La Voz de Galicia, el inmueble fue alquilado a un matrimonio. Tras el divorcio, el inquilino comenzó a negarse a pagar para convertirse en okupa.
La deuda supera ya los 7.000 euros. Ante la desesperación, el propietario prometió perdonarle la deuda pero fue en balde. El okupa tampoco paga los suministros que consume y es el dueño del piso el que debe hacerlo.
Tampoco ha dado explicación alguna de por qué ha decidido no pagar el alquiler y convertirse en un ocupante. El hombre llegó como refugiado de Ucrania en el año 2019 antes de la guerra y asegura que dejó de trabajar desde el año 2022 por un problema de salud en un ojo.
El dueño ha asegurado al periódico gallego que la situación es «asfixiante y frustrante» y que le «costó mucho esfuerzo comprar el piso para que ahora me lo quiten injustamente».
Otra okupa en La Coruña
A principios de marzo, una mujer se pone en contacto con una empresa de pisos turísticos en La Coruña. Estaba interesada en un apartamento de lujo en pleno centro de la ciudad herculina, y lo quería alquilar solamente durante un fin de semana. Como la vivienda estaba libre en esas fechas hubo acuerdo entre ambas partes.
Todo seguía los cauces normales: La mujer abona la fianza, recoge las llaves y se va para el inmueble. Eso sí, antes de establecerse fue a buscar a dos perros y dos gatos y ahí se quedó hasta que una empresa de «desokupación» la convenció para que se fuera y para ello ha tenido que pasar un mes y medio.