Playa de las Catedrales

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La última e ilegal moda en Galicia: Llevarse trozos de piedra de la playa de las Catedrales como recuerdo

Las autoridades recuerdan que esta práctica está prohibida y puede acarrear sanciones económicas

El verano asoma y con él, los miles de turistas que eligen Galicia como destino vacacional. Su impresionante costa, sus playas vírgenes y sus paisajes naturales, además del patrimonio cultural e histórico, son algunas de las razones de esta elección.

Entre sus joyas más destacadas se encuentra la Playa de las Catedrales, en Ribadeo (Lugo) famosa por sus formaciones rocosas y arcos naturales que emergen durante la marea baja, cuya efímera belleza la ha convertido en uno de los enclaves más visitados de Galicia.

Sin embargo, el turismo masivo ha traído consigo una tendencia que a priori parece inofensiva pero que pone en peligro la preservación del lugar: Llevarse trozos de piedras de los arcos como recuerdo.

Ataque contra el patrimonio natural

La última moda en la playa de Las Catedrales, tal y como se denuncia en las redes sociales estas últimas semanas, es arrancar trozos de piedra de sus arcos. Cualquier utensilio vale para llevarse un recuerdo de esta impresionante playa: Cucharillas, navajas, destornilladores…

La playa de Las Catedrales está integrada en la Red Natura 2000 como zona de especial conservación y también forma parte de la Reserva de la Biosfera porque su belleza es efímera y en constante cambio. Esta es la razón por la que se toman una serie de medidas con el fin de proteger este espacio natural. Una de ellas es el acceso a la playa, que en temporada alta está limitado y solo puede ser visitado previa autorización de la Xunta de Galicia con el fin de preservar la zona.

Pero esto parece no ser suficiente por la reciente moda de llevarse un trozo de piedra del lugar. A pesar de las diferentes señales en la zona, que advierten de la prohibición de arrancar trozos de piedras o apilarlas a modo de escultura o monolitos, puede más el poderse llevar ‘un recuerdo’.

Desde hace días las redes sociales se están haciendo eco de este problema e incluso en ellas se recuerda que la administración puede sancionar a quienes modifiquen la colocación de las piedras o que se las lleven. Como también se prohíbe subir por encima de los arcos, ya por el riesgo y peligro que esto supone.

Un recuerdo que paga caro el ecosistema

El hábito de llevarse piedras, conchas o arena de las playas puede parecer inofensivo, pero este simple gesto puede acarrear importantes consecuencias.

La extracción de piedras y arena de las playas contribuye directamente a la erosión costera. Las piedras y conchas cumplen funciones vitales en los ecosistemas marinos y costeros, proporcionando hábitats y protegiendo las costas de la acción erosiva del mar.

Cada vez que un turista se lleva una piedra o una concha, está contribuyendo a la disminución de los recursos naturales y este gesto, a gran escala, puede llevar a una significativa reducción de la biodiversidad y afectar a las especies que dependen de estos elementos para sobrevivir.

La moda de apilar las piedras, por ejemplo, afecta tanto a la flora como a fauna ya que muchas especies marinas dependen de las conchas o de las piedras para refugiarse o reproducirse y su extracción puede tener consecuencias devastadoras.

En definitiva, las formaciones rocosas de la playa de Las Catedrales no solo son una maravilla natural, sino también un patrimonio cultural de Galicia. La continua extracción de piedras y otros elementos naturales contribuye a la degradación de este patrimonio, reduciendo su atractivo y valor histórico.

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